Al advertir que agravará el éxodo de los farmacéuticos, el Colegio de Médicos-Cirujanos se opuso hoy, martes, a un proyecto de ley que establecería herramientas tecnológicas para el procesamiento remoto de órdenes médicas y el despacho de medicamentos en los hospitales del país.

El Proyecto de la Cámara 760, según su exposición de motivos, busca evitar que a los pacientes en hospitales se les interrumpan sus terapias cuando cierran las farmacias en esas instituciones.

La medida plantea que las farmacias en instalaciones hospitalarias operan en horario reducido debido a la poca disponibilidad de farmacéuticos licenciados que laboren en ellas, y propone crear centros de procesamiento remoto de órdenes médicas e implantar sistemas automatizados de dispensación de medicamentos.

Sin embargo, para Víctor Ramos, presidente del Colegio de Médicos-Cirujanos, la medida de los representantes Lydia Méndez y Juan Oscar Morales, empeorará la situación de los farmacéuticos, y propiciará que opten cada vez más por abandonar la Isla en busca de oportunidades de empleo.

“La alternativa propuesta en el proyecto representa el desplazamiento de los profesionales farmacéuticos por alternativas tecnológicas”, afirmó el galeno durante una vista pública de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes, que preside Morales.

Destacó que la pieza legislativa no procura atender el problema de la fuga de farmacéuticos al no proveer mecanismos que incentiven su permanencia en el País.

“Nuestros profesionales de la salud son compelidos a desplazarse en condiciones de creciente vulnerabilidad ante la falta de opciones laborales y de subsistencia. Parte de esta migración es responsabilidad de una reestructuración de nuestro sistema económico bajo la égida neoliberal y que se caracteriza esencialmente por desplazar a las personas por alternativas tecnológicas menos costosas”, argumentó Ramos.

“Puerto Rico no tiene una carencia de profesionales de la salud. Nuestro País lo que tiene es una falta de oportunidades para los profesionales de la salud”, puntualizó el líder de los médicos en la Isla.

En cambio, Lydia Santiago Candelario, de la División de Medicamentos de Farmacia del Departamento de Salud, apoyó la pieza legislativa al señalar que su objetivo principal es el uso de la tecnología en beneficio del tratamiento de los pacientes.

“Entendemos que el mismo (el proyecto) provee una herramienta que garantizará el servicio, y minimizará errores ante la escasez de farmacéuticos para brindar los servicios”, subrayó la funcionaria.