Nicaragua: Fusión entre medicina convencional y alternativa beneficia a pacientes
Keysi García

Rivera, quien en ese entonces tenía 46 años, combinó los tratamientos de la medicina convencional dictada por su oncólogo con acupuntura, moxibustión y fitoterapia en una clínica de medicina alternativa. “Creo que sobreviví gracias a la medicina alternativa”, afirma Rivera. Buscar estas terapias complementarias le ayudó a hacer más ligera su enfermedad durante los tres años en los que se sometió de lleno a los tratamientos.
Rivera, quien además es sicóloga clínica y sicopedagoga, afirma que decidió utilizar la medicina alternativa para contrarrestar la toxicidad de las quimioterapias y evitar los efectos secundarios que pudieron haberle causado los fármacos de la medicina convencional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Medicina Tradicional y Complementaria (MTC) también llamada medicina alternativa, engloba las prácticas de atención a la salud que no están dentro del sistema sanitario principal, pero que son reconocidas y utilizadas para el tratamiento de las enfermedades.
¿Es efectiva?
El doctor Neri Olivas, especialista en medicina interna, con 31 años de experiencia, considera que “ni toda la medicina de la farmacia es buena para lo que dice ni todo lo natural es malo. Es buscar el equilibrio, qué podemos recetar, en qué momento”.
Olivas opina que la medicina alternativa es beneficiosa para los pacientes, pero que es incorrecto creer que es una “panacea” o cura para todas las enfermedades. Tampoco es recomendable sustituir los medicamentos para quedarse solo con tratamientos naturales, porque puede ocasionar daños mayores en el organismo.
El especialista destaca que las hierbas y sustancias naturales utilizadas en tratamientos complementarios poseen propiedades curativas demostradas por la ciencia, y que muchos medicamentos son de origen natural.
También señala que algunas prácticas como la acupuntura son recomendables en situaciones de estrés, dolores de cabeza y en algunos casos de problemas menstruales, problemas digestivos y trastornos de ansiedad.
“Hay una medicina para una cosa y la otra medicina para otra, incluso los tratamientos químicos a veces pueden complicar a los pacientes. Por ejemplo, un medicamento puede servir para la presión, y puede dar asma o que provoque disfunción eréctil, o suba los triglicéridos”, argumenta Olivas.
Olivas afirma que algunas enfermedades como la depresión, diabetes o hipertensión necesitan medicamentos y no se pueden tratar solo con medicina alternativa.
El especialista también subraya que en Nicaragua la medicina convencional ha hecho más apertura a la medicina complementaria, y que esta fue incluida en el programa del congreso anual de 2015 de la Asociación Médica Nicaragüense, donde asisten unos 800 galenos del territorio nacional.
Respecto a las diferencias entre los dos tipos de medicinas, Olivas atribuye la falta de apertura a que algunos médicos son más cerrados con el conocimiento, y en otras ocasiones “las empresas farmacéuticas son gigantes que presionan a veces a los sistemas médicos o a un doctor para que recete un medicamento”.
En Nicaragua
Los métodos y tratamientos de la medicina alternativa son aceptados para reforzar el sistema de salud en Nicaragua, en conformidad con la Ley 774 o “Ley de medicina natural, terapias complementarias y productos naturales en Nicaragua”, aprobada por la Asamblea Nacional en 2012.
Desde el 2014, el Ministerio de Salud ha estado capacitando a profesionales de la medicina convencional para prestar servicios de terapias complementarias a pacientes con enfermedades crónicas. En el Instituto de Medicina Natural y Complementarias, ubicado en la sede del Sistema Local de Atención en Salud (Silais) de Managua, se preparan a médicos y enfermeras para el manejo de los principios básicos de esta rama de la salud.
En la actualidad, el Minsa cuenta con más de 120 clínicas y unas 19 filiales a nivel nacional, en donde se fusiona la medicina convencional con la alternativa. En estas se atiende a personas con enfermedades crónicas referidas por un médico general, y otros pacientes que requieran de los servicios de medicina alternativa, entre los que se cuentan niños con enfermedades respiratorias.
Beneficios
El doctor Rey Castillo, director general de la Universidad de Medicina Oriental Japón-Nicaragua (UMO-JN), señala que en los últimos ocho años ha visto un “enfoque hacia lo natural” por parte de la población. Dentro de la universidad funciona la clínica de medicina oriental en donde el promedio de consultas diarias asciende a cien pacientes.
Castillo señala que los casos más atendidos, en la clínica ubicada en el recinto y en ocho centros públicos con los que se han aliado para fortalecer el sistema de salud, son pacientes con enfermedades crónicas, trastornos de la ginecobstetricia, enfermedades propias de la infancia y deficiencias en el aparato locomotor.
Por otra parte, Castillo destaca: “El profesional de la medicina alternativa no debe de mandar a suspender el tratamiento que está tomando un paciente”. El doctor añade que el sistema de salud promueve un servicio integral, es decir, que se use la medicina alternativa como complemento de la medicina convencional occidental.
En el consultorio de la UMO-JN, así como en las clínicas de los centros públicos, se practica la acupuntura, el uso de agujas; la moxibustión, una terapia en la que se utiliza el calor; el shiatsu, o digitopuntura al hacer presión con los dedos; y la fitoterapia, o uso de hierbas medicinales para tratar enfermedades crónicas.
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