Por el Dr. Mercola
Cada vez hay investigaciones más contundentes que demuestran que nuestra biología no es óptima para una alimentación rica en carbohidratos. Sencillamente, el consumo excesivo de azúcar no pronostica nada bueno.
Aún así, la mayoría de los alimentos que se consumen en los Estados Unidos y alrededor del mundo (incluso en algunas comunidades aborígenes que antes no se veían afectadas) contienen cantidades significativas de azúcar.
Sin embargo, esto no siempre ha sido así. Históricamente–tan reciente como el siglo XX–el azúcar era visto como un premio. Era un manjar que sólo se disfrutaba en ocasiones, como con una taza de café o té.
En pleno siglo XXI el azúcar añadido se encuentra en casi todo lo que consumimos, incluidos muchos alimentos que no son considerados chatarra, como salsa para pasta, aderezo para ensaladas, galletas, jugos de frutas, yogur, bebidas energéticas y muchos otros alimentos.
El Azúcar Pasó de Ser un Premio a un Hábito de Todos los Días
El llevar una alimentación rica en azúcares ha provocado el rápido deterioro de la salud pública en todo el mundo, lo cual da como resultado una variedad de enfermedades crónicas potencialmente mortales.
Las inteligentes estrategias de mercadotecnia que emplea la industria alimentaria con el fin de impulsar sus ventas de alimentos azucarados, son en gran parte responsables del sobreconsumo de azúcar y las enfermedades subyacentes.1
En el año 2015, los datos del Departamento de Agricultura mostraban que las personas de los Estados Unidos consumían un promedio de 94 gramos o 23.5 cucharaditas de azúcar al día.2 En 1999, ese número era aún más alto con un consumo promedio de 111 gramos o casi 28 cucharaditas de azúcar al día.
El consumo de azúcar en los Estados Unidos tanto en ese momento como ahora, excede en gran medida el límite recomendado por el gobierno federal, es decir, 50 gramos o 12.5 cucharaditas por día para una persona que consume 2 000 calorías diarias.
Los Efectos sobre la Salud de Duplicar la Cantidad de Azúcar
El hecho de que las personas en los Estados Unidos estén consumiendo el doble de la cantidad de azúcar que recomiendan las autoridades sanitarias–y casi cuatro veces la cantidad sugerida para una buena salud–es excelente para Big Food, pero ¿cuáles son las consecuencias de salud de esta tendencia antinatural?
En un esfuerzo por estudiar los efectos en la salud de una alimentación alta en azúcar, el documentalista Damon Gameau realizó un experimento durante el cual consumió la cantidad de azúcar que consumían los australianos en promedio, lo cual equivale a 160 gramos o aproximadamente 40 cucharaditas.
Es importante señalar que antes del experimento, Gameau consumía muy poco azúcar. Por sorprendente que parezca, Gameau no abusó de la comida chatarra para alcanzar su objetivo. En cambio, comía alimentos procesados comúnmente vendidos, muchos de los cuales se comercializan como saludables, como los jugos de frutas, yogur y bebidas energéticas.
Al principio, Gameau pensó que sería difícil alcanzar su meta diaria de 40 cucharaditas, sin embargo, para su sorpresa, fue inquietantemente fácil. El documental muestra a Gameau casi alcanzando su meta diaria de azúcar en una sola comida con un pequeño tazón de cereal, yogur y jugo de frutas.
No pasó mucho tiempo para que Gameau comenzara a sentir los efectos físicos y psicológicos de llevar una alimentación rica en azúcar. Uno de los primeros síntomas que notó fueron cambios salvajes de humor.
Después de consumir un alimento azucarado, Gameau experimentó lo que se conoce como “sobredosis de azúcar”, junto con sentimientos de corta duración de alerta e incluso euforia. Su esposa reportó risas espontáneas e incluso frenéticas.
Pero menos de una hora después tendría una crisis donde presentaba sensaciones severas de letargo. Gameau también informó que se sentía distante, distraído e incapaz de concentrarse en casa–un rasgo que su esposa describió como demasiado inusual.
Una Alimentación Rica en Azúcar Destruye su Metabolismo
Antes del experimento, Gameau se encontraba bien de salud. Un examen médico determinó que era ligeramente más saludable que el hombre occidental promedio en su rango de edad.
Su dieta consistía en alrededor de 2 300 calorías al día, 50 % de las cuales se componían de grasas saludables que se encuentran en alimentos como los frutos secos y el aguacate; 26 % se derivaba de alimentos a base de proteínas como carne, huevo y pescado, y el 24 % restante consistía en carbohidratos que se encuentran en los vegetales frescos.
Gameau pesaba alrededor de 167 libras y la circunferencia de su cintura era de 33 pulgadas (84 centímetros). Los análisis de sangre mostraron que su hígado estaba sano y que tenía bajos niveles de triglicéridos (grasa en el torrente sanguíneo) además de que no había signos de resistencia a la insulina ni diabetes.
Gameau también continuó con su rutina de ejercicios que consistía en correr tres vueltas alrededor de su jardín dos veces por semana, seguido de un entrenamiento de 10 minutos en el gimnasio de su casa. Sin embargo, la salud de Gameau se deterioró con rapidez a pesar de mantener el ejercicio semanal.
Después de 12 días de aumentar su consumo de azúcar, Gameau había ganado casi siete libras, la mayoría de las cuales se fueron directamente a su abdomen. Durante un mes de consumir 40 cucharaditas de azúcar al día, aumentó 2.75 pulgadas (7 centímetros) de cintura. Sin embargo, los efectos sobre su salud fueron más serios que un simple aumento de peso.
En tres semanas, los médicos se sorprendieron al descubrir que Gameau ya mostraba signos de enfermedad del hígado graso.
“Al final, había desarrollado prediabetes tipo 2, tenía enfermedad cardiaca y 11 centímetros de grasa visceral, sin embargo, lo peor fue que la enfermedad del hígado graso no alcohólico estaba casi en un estado avanzado”, dijo Gameau a en un reportaje en el que destacó su documental.3
Cómo Procesa el Cuerpo Humano el Azúcar
Por lo general, en pequeñas cantidades el azúcar es inofensivo. Como carbohidrato ayuda a proporcionar la energía que necesita para sus actividades diarias. Todas sus células pueden usar glucosa.
Sin embargo, al mismo tiempo, el azúcar también es rico en calorías y una vez que se consume en exceso, inevitablemente surgen efectos negativos sobre su salud.
La sacarosa o azúcar de mesa consiste en 50 % fructosa y 50 % glucosa. La fructosa solía ser inusual en la naturaleza y sólo se encontraba en productos como la miel y las frutas; sin embargo hoy en día, se agrega fructosa altamente procesada (por lo general de maíz) a una gran variedad de productos alimenticios.
La fructosa, el azúcar simple que forma parte del azúcar de mesa, tiene efectos particularmente nocivos. En realidad el cuerpo procesa la fructosa de la misma manera que procesa el alcohol, es decir, lo convierte rápidamente en grasa.
Esta grasa permanece en el hígado, lo cual aumenta su riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD, por sus siglas en inglés) y diabetes. Una vez que esta grasa es liberada a su torrente sanguíneo en forma de triglicéridos, aumenta el riesgo de sufrir aumento de peso, arterias bloqueadas y enfermedades cardiacas.
¿Por qué el Consumir Demasiado Azúcar Detiene la Quema de Grasas?
Cuando consume mucho azúcar y carbohidratos netos, como pan y pasta, el cuerpo reacciona produciendo mucha glucosa.
La insulina se libera al consumir azúcar. Entre más glucosa haya en la sangre, se libera más insulina. Lo importante es darse cuenta de que, mientras la insulina está lidiando con toda esa glucosa manda una señal a sus células de grasa para que se aferren a la grasa y, como resultado, los procesos de quema de grasas en realidad se detienen.
La fructosa activa la enzima fructoquinasa, que a su vez activa otra enzima que hace que las células acumulen grasa. Además, el cuerpo tiene muchas dificultades para quemar esta grasa cuando está metabolizando el exceso de azúcar.
Esto es lo que le está sucediendo a muchas personas, dice Gameau, quien se pregunta si muchas de las enfermedades actuales relacionadas con la obesidad y la diabetes–incluido el cáncer, la gota, hipertensión y posiblemente el Alzheimer–existirían si no fuera por la adopción generalizada de una alimentación alta en azúcar.
Estudios Vinculan la Adicción al Azúcar con los Trastornos de Aprendizaje en Niños
Más investigaciones sugieren que la adicción masiva al azúcar es responsable no sólo de la obesidad y diabetes, sino también del daño e insuficiencia cardiaca, cáncer, disminución de la capacidad intelectual y menor esperanza de vida.4
Como se demuestra, consumir demasiado azúcar puede provocar efectos perjudiciales en su salud. Logré contar 76 formas en que los dulces pueden causar problemas graves de salud.
Como experimentó Gameau, consumir azúcar en exceso puede provocar cambios en el comportamiento incluyendo la reducción de la capacidad de aprendizaje en niños, depresión, conductas antisociales e inestabilidad emocional.
También puede inducir la muerte celular (como se observa en el caso de Gameau) y dar lugar a cálculos renales, dolores de cabeza, mareos y trastornos del tracto gastrointestinal, entre otros padecimientos.
Surgen Nuevas Enfermedades Relacionadas con el Azúcar en las Comunidades Aborígenes Australianas
Por desgracia, los efectos sobre la salud de una alimentación alta en azúcar se han extendido a comunidades remotas, incluidos los aborígenes australianos.
El documental sigue a Gameau a Amata, una pequeña comunidad aborigen localizada al sur de Australia que, a pesar de no consumir alcohol ha experimentado un aumento en la enfermedad del hígado graso y muertes prematuras relacionadas con insuficiencia renal.
John Tregenza, un trabajador para el desarrollo comunitario aborigen, dice que esto se debe a la introducción de una alimentación alta en azúcar en Amata. En 1973, las personas de Amata compraron cerca del 10 % de sus alimentos en tiendas locales; hoy es casi un 100 %, dice.
Los informes de Tregenza observan una correlación directa entre la amplia disponibilidad de comida chatarra azucarada en tiendas locales y un fuerte deterioro en la salud de la comunidad.
Amata, que tiene una población de alrededor de 400 personas, había estado consumiendo unos sorprendentes 40 000 litros de soda cada año. ¿El resultado? Un cementerio lleno de muertes que pudieron evitarse.
Gameau y Tregenza visitan un cementerio local en donde el trabajador social señala numerosas tumbas de personas que dice que sufrieron una muerte prematura e innecesaria.
“Todas esas personas tenían menos de 40 años”, dice Tregenza, añade que su muerte podría haberse evitado con la alimentación correcta y ejercicio. De hecho, el azúcar está amenazando con acabar con algunas de las comunidades más antiguas de la Tierra, concluye Gameau.
Cómo Limitar su Consumo de Azúcar
Como se mencionó antes, el azúcar, en su forma natural, no es propiamente perjudicial, siempre y cuando se consuma con moderación y sea capaz de quemar grasa como su principal combustible. Lo mejor es evitar todas las fuentes de fructosa procesada, en especial los alimentos procesados y bebidas como sodas y jugos de frutas.
De acuerdo con SugarScience.org, el 74 % de los alimentos procesados contienen azúcar añadida que se encuentra sigilosamente escondida detrás de más de 60 nombres distintos.5 Lo ideal sería gastar el 90 % de su presupuesto para comida en alimentos enteros y sólo el 10 % o menos en alimentos procesados.
También le aconsejo que limite seriamente su consumo de carbohidratos y granos refinados ya que en realidad, se descomponen en forma de azúcar en su cuerpo, lo cual aumenta su nivel de insulina y causa resistencia a la insulina.
Como recomendación general, le aconsejo mantener su consumo total de fructosa de todas las fuentes por debajo de los 25 gramos al día.
Tenga en cuenta que aunque las frutas son ricas en nutrientes y antioxidantes, también contienen fructosa de manera natural, y si se consumen en grandes cantidades, en realidad podrían empeorar su sensibilidad a la insulina y aumentar sus niveles de ácido úrico.
Puede leer este artículo anterior con el fin de saber cuánta fructosa hay en las frutas que consume. Ser consiente es clave para prevenir enfermedades y muertes innecesarias a causa del azúcar en todo el mundo.
Entre mejor comprendamos lo que sucede dentro de nuestra mente y cuerpo al consumir demasiado azúcar, más pronto podremos comenzar a tomar decisiones más saludables y vivir una vida más larga y plena.
Una Alimentación Baja en Carbohidratos y Rica en Grasas Ayuda a Resolver Muchos Problemas de Salud
Después de profundizar en la literatura médica mientras preparaba para mi libro, “Fat for Fuel” (Grasas como Combustible), creo que una dieta rica en grasas saludables, baja en carbohidratos netos y cantidades moderadas de proteína le ayudará a quemar la grasa como su principal combustible, esto mejorará su mitocondria y disminuirá radicalmente su riesgo de padecer enfermedades.
No sólo ayuda a eliminar el exceso de grasa corporal, sino que mejora el metabolismo, aumenta los niveles de energía, reduce la inflamación, promueve una salud óptima y extiende la longevidad de diferentes maneras. Como recomendación general para optimizar su sistema de quema de grasas:
- Limite sus carbohidratos netos (carbohidratos totales menos fibra) hasta un máximo de entre 30 y 40 gramos diarios. Puede consumir la cantidad de vegetales ricos en fibra que desee. Son carbohidratos, sin embargo, al ser ricos en fibra, por lo general son muy bajos en carbohidratos netos
- Limite la proteína a un máximo de 1 gramo de proteína por kilogramo de masa corporal magra
- Aumente las grasas saludables a entre el 50 % y el 85 % de sus calorías diarias
- Una vez que logre quemar grasa lo mejor es entrar en un ciclo de retomar y dejarlo
El ayuno intermitente facilitará y acelerará este proceso. Una vez que su capacidad para quemar grasas haya regresado, (asumiendo que sigue comiendo bien), sólo necesitará practicar el ayuno intermitente como base de mantenimiento.
Origen: Consecuencias para la Salud Mundial de Comer Demasiado Azúcar