Un trasplante de órganos no es algo que se deba tomar a la ligera. No es un cambio de refacción y cada persona trasplantada debe estar consciente de cuidar y mimar no sólo el nuevo órgano sino también su nueva segunda oportunidad de vida.
Dentro de los cuidados tras un trasplante, está la medicación. Y es que sin los llamados inmunosupresores, el órgano nuevo puede ser rechazado por tu cuerpo.
Los inmunosupresores protegen al órgano trasplantado de los ataques del sistema inmunológico es decir, disminuyen las defensas para evitar que tu cuerpo al notar algo extraño como lo es el nuevo órgano, y lo ataque, produciendo el rechazo.
Tomar el medicamento al pie de letra es algo que sabes de sobra y los medicamentos contra el rechazo, forman parte de tu vida desde el momento en el que sales del quirófano lo mismo los que el doctor te haya recetado como son los de la tensión y hasta los que cuidan el estómago.
Puntos clave para la medicación tras el trasplante:
- Tomar el medicamento a la hora pautada
- Respetar el tiempo de ayuno entre medicación y medicación
- No cambies la dosis por tu cuenta
- Si enfermas de gripe u otra enfermedad acude a tu médico ¡NO TE AUTOMEDIQUES!
- Recuérdale al dentista, médico de cabecera u otro especialista que estás trasplantado e informa siempre a tu doctor de trasplante el medicamento que te han recetado
- Conocer tu cuerpo, os ayudará a reconocer los efectos secundarios y hacerles frente
- Si sales de viaje, lleva una dosis extra
- Olvidar una toma ¡IMPOSIBLE! el medicamento que tomas es vital para el buen funcionamiento de tu nuevo órgano.