Opinión

Un buen palo de moringa para su patio

Por Fernando Cabanillas

La moringa hizo su aterrizaje en Puerto Rico hace unos cuantos años, pero la historia de este árbol medicinal no es nada nuevo. El arbusto comestible conocido científicamente como Moringa oleífera, se conoce desde hace siglos, cuando se descubrió en el Himalaya y de ahí se extendió a través del mundo asiático, llegando finalmente al trópico donde se da muy bien su cultivo.

Fue por medio de mis pacientes que me enteré que el uso principal de la moringa en Puerto Rico, es el de medicina alternativa para tratar el cáncer. Existen un sinnúmero de estudios que indican que esta planta tiene efectos anticancerosos en células malignas en experimentos de laboratorio. Esto nadie lo ha cuestionado, pero de lo que carecemos es de estudios en humanos, lo que llamamos “ensayos clínicos” que nos confirmen que lo que ocurre en el laboratorio se puede traducir a la vida real de los pacientes. Eso se da pocas veces. Hasta el presente, no podemos recomendar la moringa para tratar ningún tipo de cáncer. Aunque seguramente habrá personas que estén dispuestas a dar testimonio de su eficacia, recuerden que los testimonios son válidos en los tribunales, pero no tienen papel alguno como prueba científica, por razones que he explicado antes en estas columnas.

Otras de las propiedades de la moringa, sí parecen están comprobadas.

Utilizando un polvo preparado de la hoja, se ha podido demostrar la eficacia de esa planta para tratar la diabetes. En ocho estudios científicos realizados por diversas instituciones científicas, se demostró que la moringa es capaz de bajar el nivel de glucosa en sujetos diabéticos. ¿De qué forma lo hace? No está del todo claro, pero al menos un estudio demostró que estimula la secreción de insulina por el páncreas. Además de bajar el azúcar, en uno de esos estudios también logró disminuir el nivel de colesterol y triglicéridos.

En vista de estos resultados, cabe preguntarnos ¿qué papel tiene hoy día la moringa en el manejo de la diabetes? Tenemos un sinnúmero de fármacos para tratar esta enfermedad, con un mecanismo de acción similar al de la moringa, y bien comprobadas como eficaces. Cabe preguntarnos: ¿cuál es la ventaja, si alguna, que tienen estos fármacos sobre la moringa? Sencillo: los fármacos se elaboran con un control puntual de cada uno de sus componentes. Contrario a la moringa, cuyas preparaciones son muy primitivas y no se sabe bien cuánto de la sustancia activa estamos administrando cuando se ingiere el polvo de la hoja. A menos que una persona esté ciegamente opuesta al uso de píldoras “artificiales”, no entiendo bien cómo cuadra esta planta medicinal en el arsenal terapéutico moderno para la diabetes.

He dejado para el final lo que sin duda es su mayor virtud: las increíbles propiedades nutricionales

El árbol de moringa es fácil de cultivar, resistente a las sequías, y a los seis meses ya produce frutos. En ciertas regiones de África, como Nigeria, se consumen sus hojas comonutrición, especialmente en tiempos de hambruna. Las semillas contienen 333 gramos de proteína bruta, 412 de grasa, y 211 de carbohidrato. El contenido de dos aminoácidos importantes, metionina y cisteína, es excepcionalmente más alto que el de la leche humana, huevo de gallina y leche de vaca. ¿Fabuloso no? Pero antes de que decidan lanzarse a comer moringa, es importante advertirle a los pacientes con problemas renales serios que la moringa tiene un alto contenido de potasio que se puede acumular en la sangre, con consecuencias letales, incluyendo paro cardiaco. Debo también hacer la salvedad de que no existe ensayo clínico alguno que haya probado su eficacia para tratar o prevenir la desnutrición extrema. No obstante, la adopción exitosa de moringa, como producto altamente nutricional, continúa aumentando en varias partes del mundo, especialmente en África.

En una noticia oficial del Gobierno cubano, con fecha del 16 de mayo de este año, se expone que Fidel Castro ya venía trabajando desde 2012 el tema del cultivo de la moringa en Cuba. Fidel concluyó “que en Cuba están creadas todas las condiciones para diversificar y producir masivamente la moringa”, y agregan que “como todos los proyectos del Comandante en Jefe han sido muy innovadores, las personas comenzaron a interesarse, propiciando un redescubrimiento de la moringa oleífera”. Resultado: ya en muchos de los patios cubanos crece un árbol de moringa.

La moringa es un “galactogogo” lo que significa que aumenta la producción de leche. Los cubanos argumentan que “ante los problemas que ocasionan las largas sequías en la zona ganadera de Camagüey, se comenzó el uso de la moringa como alimento y nutriente para el ganado. Como primer beneficio palpable, se ha logrado mantener la producción lechera. Es reconocida la influencia del árbol en la mejora de la producción lechera”. Si esto se ha comprobado científicamente, no estoy seguro, pero aparte de si usted se lo cree o no, si odia a Fidel o lo adora, o le es indiferente, lo que no podemos criticar es su imaginación, su creatividad e iniciativa en parir proyectos para el país.

Las mujeres en el antiguo Egipto frotaban las semillas de moringa en sus vasijas de arcilla con el fin de aclarar el agua turbia. Recientemente se descubrió que esta capacidad de la planta se debe a una molécula llamada proteína catiónica, que mata los microbios y hace que se depositen en el fondo junto con otros contaminantes, mejorando así la transparencia y calidad del agua. El congresista Orrin Hatch, que anda pidiendo transparencia al Gobierno de Puerto Rico, debiera recomendarle a nuestros gobernantes una dieta alta en moringa.

Y la Junta de Control Fiscal, en vez de seguir recortando el presupuesto de nuestra universidad nacional y eliminando leyes favorables a la clase obrera, quizás pueda añadir el cultivo de la moringa a nuestro presupuesto gubernamental, como misericordiosa alternativa para combatir el hambre que eventualmente se genere. ¿Qué tal sabrá un arroz con moringa? Pero gente, no se sienten a esperar que esto ocurra. No podemos depender del Gobierno y mucho menos de la Junta.

Empecemos ya por sembrar un palito de moringa en cada patio… por si las moscas.

Origen: Un buen palo de moringa para su patio | El Nuevo Día

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