La mafia farmacéutica
Sería irracional pensar que un zorro pudiera ser escogido para cuidar gallinas, sin embargo eso mismo ocurre con la industria farmacéutica, que en vez de curarnos nos enferma, para que su negocio sea más lucrativo. La historia comienza en el juicio de Nürenberg, después de la Segunda Guerra Mundial, cuando 13 ejecutivos de la IG Farben fueron condenados por producir para los nazis el gas Zyclon-b, con el que asesinaron a millones de judíos. La IG Farben era un complejo de industrias farmacéuticas y químicas, de las que hacían parte: Bayer, Basf, Agfa y Hoechst-Aventis.
Cuando John D. Rockefeller de Standard Oil les donó millones, su nombre cambió a Standard IG Farben. Así patrocinados, continuaron con el mismo plan de “reducir la población mundial” y 70 años después sus sucesores operan incólumes. Solamente en los EE UU, más de dos millones de personas anualmente enferman o mueren por el consumo de sus medicamentos. Otras 13 corporaciones farmacéuticas se han unido recientemente a este programa siniestro, aportando un escandaloso historial de crímenes, entre ellas: Bayer-Monsanto, Novartis-Syngenta, Sandoz, Sanofi y Johnson y Johnson.
El cáncer es su negocio más productivo, por ello defienden a dentelladas su exclusividad para tratarlo. Han gastado trillones de dólares en hostigar y eliminar investigaciones privadas que ofrecían buenas posibilidades de curarlo sin el uso de tóxicos. Por ejemplo: 14 años y 60 millones de dólares fueron invertidos en tratar de suprimir y encarcelar al Dr. Stanislaw Burzynski, brillante MD y PHD (ver video https://mail.yahoo.com/d/folders/2/messages/AFEKCuY8A8omW1EpIQRlALRh6-Q). El Dr. Burzynski descubrió la forma de sintetizar los antineoplastones, péptidos que, según opinión de algunos médicos, “son al cáncer lo que los antibióticos a las enfermedades infecciosas”. Con esta innovación ha estado curando aún los cánceres más letales, como el glioma del tronco encefálico en niños. Pero el sistema gana… sigue vigente la quimioterapia, que introduce intencionalmente en el cuerpo las substancias más tóxicas que existen, aun cuando el desenlace sea que la mayoría de sus pacientes mueren de quimioterapia y no de cáncer.