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Institución panameña de salud al borde del colapso

Por Nubia Piqueras Grosso

Panamá, 25 ago (PL) La renuncia del doctor Alfredo Martiz, director de la Caja del Seguro Social (CSS), en medio del desabastecimiento de insumos y medicamentos, deterioro de infraestructuras y un millonario desfalco genera hoy más desasosiego en la población.

Después de tanto remar contra la corriente y prometer tiempos mejores, el último embajador panameño en Taiwán no pudo en su año de mandato encontrar la cura para el principal sistema de salud público del país, aquejado por la corrupción, el abandono y el lucrativo negocio de las trasnacionales farmacéuticas, a juicio de expertos.

El más terrible ejemplo de esa realidad colapsada fue la reciente muerte de 21 neonatos en el principal hospital de la CSS, donde la jefa de la sala alertó con tiempo sobre la grave situación y el hacinamiento que desde hace meses vive ese centro, al que acude el pueblo trabajador.

Según un reporte de La Estrella de Panamá, ‘la Caja hay que rescatarla de su grave crisis, la cual en esta ocasión no tiene que ver con los fondos de pensiones y jubilaciones, sino con la atención de salud, que en muchos casos no es la adecuada’.

En carta fechada el 16 de agosto, en la que oficializa su renuncia, Martiz dijo que ‘la seguridad social y la institución necesitan una transformación dinámica desde los cimientos, donde el asegurado sea el epicentro y el Gobierno, ejecutor de políticas de Estado que logren salvaguardar su noble misión’.

Al respecto, el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados lamentó en un comunicado la situación de la CSS e hizo un recuento de las denuncias presentadas por corrupción, entre ellas un desfalco aún sin precisar, pero que las cifras indican entre 100 y 300 millones de dólares.

Otro texto emitido esta semana por la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal) aseguró que la falta de medicamentos, insumos médico-quirúrgicos, reactivos y otras tecnologías provocaron retrasos en el plan de cirugías, suspensión de quimioterapias y el aumento en la mora quirúrgica, entre otros graves problemas.

Por ello, recomendaron firmar un convenio con Naciones Unidas para la compra urgente de los medicamentos e insumos faltantes, a lo que se suman atrasos de varios meses en el pago por turnos extra de enfermeras y otros trabajadores de la salud en regiones como la occidental provincia de Chiriquí, apuntó el canal local TVN.

‘Si aquí se produce otra catástrofe masiva de proporción similar o mayor que la del dietilenglicol (medicamento que provocó un envenenamiento), sólo ustedes directivos (de la CSS) y gobierno tendrán la responsabilidad de los hechos’, enfatizó la Comenenal.

Mientras, Roberto Morelos, vocero del movimiento Humanizar la Salud, advirtió que las condiciones por las que atraviesan los jubilados y la propia CSS pueden agudizar los conflictos sociales y llevar al país a una situación de crisis, similar a la que viven naciones hermanas de Centroamérica y el cono sur.

‘Los asegurados y jubilados de Panamá son los únicos a los que se les deducen pagos de cuotas y medicamentos que la CSS no les proporciona, golpeando los bolsillos’, expresó al diario Crítica.

Morales reveló que entre las dificultades que podría generar una crisis social están la escasez de medicamentos, insumos, mora quirúrgica, frecuentes cierres de hospitales, fallecimientos de pacientes, hacinamiento, falta de equipamiento, personal médico y paramédico, entre otras.

‘El problema de la CSS no es de persona, el problema es totalmente estructural. Mientras que no se acabe con la corrupción, mientras que no se acabe con el clientelismo político, seguiremos haciendo lo mismo’, afirmó Eddy Cabrera, miembro de la Comisión de Alto Nivel para la Transformación de la Salud.

Y subrayó: ‘Tenemos siete mil millones de dólares que anualmente se gastan entre la CSS y el Ministerio de Salud y no tenemos resultados. Entonces nuestros indicadores de salud cada vez están peor y no solo por dinero, el jefe o la estructura, todos debemos cambiar’.

Al referirse al tema, José Torres, otro de los miembros de la comisión, aseveró que ‘las farmacéuticas en Panamá están controlando el mercado y a través de eso obviamente hay corrupción interna’.

Por lo pronto, ambos funcionarios coinciden en que las soluciones a muchos de los inconvenientes antes mencionados están en mano de la Asamblea Nacional desde hace un año; pero el silencio reina entre ‘los padres de la Patria’, quienes tal vez olvidaron que la CSS es una institución ‘del pueblo y para el pueblo’ que requiere de atención urgente para no morir.

npg

Origen: Institución panameña de salud al borde del colapso

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