Tienen la ventaja del precio que es sensiblemente menor al de marca. Aún hay resistencia por los efectos que pueden tener. Hablan los médicos.
“El medicamento pasó de ser un bien social a ser un objeto de mercado. Entonces lo que prima es el marketing, y el marketing se ejerce fuertemente sobre los médicos y sobre la comunidad general también. Lo convierte en un bien de consumo y la marca toma importancia”, explicó Gabriela Luchetti, integrante del Centro de Estudios de Salud, Economía y Bienestar, ginecóloga y docente de la Universidad Nacional del Comahue (UNC).
El genérico es el medicamento vendido bajo el nombre del principio activo (el fármaco) y que incorpora los suficientes bioequivalentes a la marca que lo desarrolló originalmente. Pasa por los mismos procesos de control y su principal ventaja radica en el precio (ver aparte). La ley establece que toda receta debe efectuarse en forma obligatoria expresando el nombre genérico del medicamento, o denominación común internacional que se indique, seguida de forma farmacéutica y dosis/unidad, con detalle del grado de concentración. El paciente debería, entonces, no ser direccionado y poder elegir la opción más conveniente.
Santiago Hasdeu, integrante del Centro y secretario de posgrado de la facultad de Ciencias Médicas de la UNC, planteó que se vulnera permanentemente el acceso al genérico. “Ejemplos hay muchos. Algunos son pagarle más a las farmacias para que recomienden una marca, o darle cursos a los médicos y decirle que tal marca es mejor que otra. En base a esto se va reproduciendo un boca a boca. Si vos llevas a tu hijo al médico y te dicen: “Dele tal antibiótico, no use cualquiera”, vos querés lo mejor para tu hijo y vas a comprar lo que él te dijo. Las diferencias (de precio) entre una marca y otra pueden ser enormes”, afirmó Hasdeu.
Agregó que es un derecho reclamar el genérico en las farmacias y mencionó que los profesionales tienen a su disposición mecanismos de control: “los médicos lo que hacemos es notificar a la autoridad si un medicamento no anduvo. Eso se llama farmacovigilancia. La agencia reguladora de medicamentos, la Anmat, puede poner sanciones”.
Hasdeu sostuvo que hay una tendencia creciente en la última década la “medicalización” de la vida. Señaló: “No todos los problemas de salud necesitan un medicamento, hay muchos que requieran reposo, terapia, tiempo. Está en nuestra cultura que si no me dieron un medicamento la atención no fue de calidad.”
Origen: Los genéricos aún no le ganan la batalla al marketing