Precios justos para los medicamentos
Editorial Diario Norte
En un foro organizado recientemente en Sudáfrica por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para definir estrategias que permitan reducir los precios de los medicamentos y garantizar el derecho a la salud de la población, se alertó sobre la falta de transparencia con respecto a los precios pagados por los gobiernos, lo que hace que muchos países de ingresos bajos y medios paguen por algunos medicamentos precios más altos que los países más ricos.
Este foro mundial, que se llevó a cabo en la ciudad de Johannesburgo para debatir sobre precios justos y acceso a los medicamentos, contó con la presencia de representantes de gobiernos y de organizaciones de la sociedad civil, que coincidieron en pedir una mayor transparencia de los costos de la investigación y desarrollo de medicamentos, así como de su producción, para que los compradores no tengan que pagar precios desorbitantes.
En el informe elaborado al término del encuentro, la OMS advirtió que en todo el mundo millones de personas caen en la pobreza cada año por no poder afrontar sus gastos médicos y, especialmente, por no poder pagar medicamentos esenciales que tienen precios muy altos. De acuerdo con el documento redactado por expertos de la organización mundial, el costo de producción de la mayoría de los productos que figuran en la lista de medicamentos esenciales de la OMS representó una pequeña fracción del precio final pagado por los gobiernos, los pacientes o los planes de seguro. Al referirse a este aspecto del problema, la directora general adjunta de Medicamentos y Productos de Salud de la OMS, Mariángela Simao, observó que, en el escenario actual, la innovación médica tiene poco valor social si la mayoría de las personas no puede acceder a sus beneficios. “Se trata de un problema global de derechos humanos: todos tienen derecho a acceder a una atención médica de calidad”, sostuvo la experta en el foro de Sudáfrica.
El informe de la OMS advierte además que, debido a los altos costos de los fármacos, las autoridades sanitarias de algunos países están cada vez más obligadas a racionar los medicamentos contra el cáncer, la hepatitis C y las enfermedades raras. Especialistas del organismo mundial consideran que los gobiernos deben compartir información de precios entre los distintos países, realizar compras conjuntas de medicamentos e intercambiar políticas, además de otras medidas que puedan poner en marcha para fomentar la transparencia en el mercado de medicamentos.
Desde el Observatorio de Medicamentos de la Confederación Farmacéutica Argentina (Cofa), la coordinadora de este organismo, Laura Raccagni, explica que la Argentina tiene un mercado de medicamentos muy concentrado, ya que casi el 60 por ciento de las unidades es abastecido por 15 laboratorios, de los que 11 son nacionales. También señala que esos 15 laboratorios representan además casi el 60 por ciento de ese mercado en pesos, por lo que, a diferencia de otros países, en la Argentina hay una gran preponderancia de laboratorios nacionales respecto a los extranjeros. Lo que sucede, advierte Raccagni, es que nunca se sabe cómo se forman los precios, por lo que no se conoce cuánto cuesta un medicamento.
Según datos de la Confederación Farmacéutica Argentina, el año pasado en el país se comercializaron cerca de 100.000 remedios menos por día con respecto al año anterior. La fuerte caída se mantuvo en los primeros meses de 2019 y todo indica que en lo que resta de este año, por la crisis económica, cada vez más pacientes se verán obligados a suspender tratamientos. Es evidente que la ausencia de un efectivo control de precios a nivel nacional, en un mercado tan sensible como es el de los medicamentos, hace que cada día que pasa éstos sean cada vez más inaccesibles para el bolsillo de los argentinos. En ese sentido, debe coincidirse con lo que plantea la farmacéutica Laura Raccagni, del Observatorio de Medicamentos de la Confederación Farmacéutica Argentina, cuando señala que el acceso a los medicamentos es un derecho humano, y que no se trata de una mercancía como otra cualquiera, sino que se trata de un producto que puede salvar una vida, y por lo tanto debe ser tratado como un bien público.
Debe prestarse atención, también, al reclamo del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos para que se cumpla con la ley nacional de genéricos (ley 25.649), que fue sancionada en 2002 pero que casi no se aplica en el país. Es necesario se impulsen política públicas para garantizar un acceso efectivo de la población a medicamentos seguros, de calidad y a precios asequibles.
