Argentina: Acceso a los fármacos, un drama que afecta a un tercio de la población mundial
En los últimos meses, producto del aumento de los precios y la espiral inflacionaria, en la Argentina varios sectores vienen alertando sobre problemas en el acceso a los medicamentos. Ya en 2018 el país registró una merma por unidades de 40 millones de tratamientos, lo que representa un grave problema de salud pública. Además, recientes informes marcan que en mayo de este año el desplome de la dispensa alcanza el 12 por ciento comparado a igual mes del año anterior. Esta tendencia, que parece no detenerse, no es exclusiva del país, y apunta a temas que van más allá de las dificultades económicas que hoy atraviesa la Argentina. En otras partes del mundo muchas personas no pueden afrontar los gastos farmacéuticos, producto de precios abusivos, incrementos descontrolados y otras variantes. Incluso Estados Unidos sufre esta problemática, en el marco de una pelea feroz entre su presidente Donald Trump y la industria. Las autoridades sanitarias del mundo ponen esta situación en el tope de las preocupaciones, ya que algunas estimaciones hablan de un tercio de la población mundial sin acceso a fármacos esenciales.
Los datos que llegan de otros países respecto del acceso a los medicamentos marcan el nivel de avance de este problema, que puede amenazar a un tercio de la población mundial. En Estados Unidos, donde el gobierno viene trabajando para que los laboratorios bajen los precios y permitan que más pacientes puedan comprar sus productos, una reciente encuesta generó números alarmantes. De acuerdo al trabajo realizado por la consultora RetailMeNot y Kelton Global, casi la mitad de los estadounidenses “han optado por evitar pagar los medicamentos recetados para poder cubrir otros gastos”. Se trata del 47 por ciento de los encuestados. Además, casi tres de cada cuatro estadounidenses (74 por ciento) “han optado por pagar alimentos en lugar de medicamentos recetados”, mientras que aproximadamente “la mitad han hecho lo mismo por gasolina, 26 por ciento para ropa y 22 por ciento para cable y Wi-Fi. “Los estadounidenses tienen que elegir entre sus necesidades básicas y los medicamentos debido a los altos precios de los medicamentos recetados, pero muchos no se dan cuenta de que los precios de los medicamentos recetados pueden variar de una farmacia a otra”, dijo Marissa Tarleton, directora general de una de las consultoras a cargo del trabajo. Como sucede en el país, donde miles de personas van diariamente a la farmacia y no llevan todos los medicamentos recetados, en Estados Unidos los pacientes “ya están buscando formas de ahorrar en sus recetas tomando dosis más pequeñas que las recetadas (20 por ciento de los consultados), recurriendo a tratamientos homeopáticos (16 por ciento) y viajando a otro país para comprar medicamentos más baratos (5 por ciento)”.
En los últimos días, ante los problemas de acceso a medicamentos, en la Argentina comenzaron a registrarse pedidos en las farmacias para la dispensa de tratamientos fraccionados, algo que las leyes sanitarias no permiten. Además, se comenzó a ver el famoso “fiado”, pago a crédito, y crecieron las compras de genéricos (pese a ellos, los medicamentos que no son de marca triplicaron su valor en tres años). Por el momento, no hay un estudio local que marque los problemas sanitarios que esta práctica genera. Pero la encuesta realizada en estados Unidos muestra lo que sucede cuando la gente no accede a sus fármacos. El informe norteamericano habla de “repercusiones médicas”: “casi uno de cada cuatro (23 por ciento) de los estadounidenses dice que una afección médica ha empeorado porque intentaron evitar pagar los medicamentos que necesitaban”. Además, creció el uso de RxSaver, una nueva plataforma de ahorro que facilita la búsqueda de los precios más bajos en medicamentos recetados. Al estilo del muy conocido Groupon, permite lograr descuentos de hasta el 80 por ciento, según sus promotores. Este tipo de negocios prolifera de la mano de la mala imagen que existe del actual sistema. En este punto, la encuesta consultada afirma que “sólo el 14 por ciento de los estadounidenses cree que el gobierno está haciendo un buen trabajo al regular los precios de los medicamentos recetados”.
A nivel mundial, el acceso a los medicamentos es una preocupación que crece. En el marco del III Congreso de Cooperación de la Organización Médica Colegial de España (OMC), realizado a principio de año en Santiago de Compostela, se concluyó que “una de cada tres personas en el mundo no tienen acceso a medicamentos esenciales, aquellos destinados a responder las necesidades más importantes de salud pública”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) estos medicamentos son los que cubren las necesidades de atención de salud prioritarias de la población y su selección se hace atendiendo a la prevalencia de las enfermedades y a su seguridad, eficacia y costo-eficacia comparativa. Todos estos medicamentos se recogen en la denominada Lista Modelo de Medicamentos Esenciales de la OMS que se actualiza cada dos años y que, según la última actualización de 2017, hay 433 de medicamentos considerados esenciales para responder a las necesidades más importantes de salud pública. “Vivimos en un planeta donde una de cada tres personas no tiene acceso a los medicamentos imprescindibles para garantizar una vida digna e incluso para salvar su propia vida y esto se ve más acuciado en los países con menos recursos donde un 60 por ciento de las personas que viven en pobreza extrema carecen de ellos. Aunque estos medicamentos están disponibles y fabricados, no llegan a donde se necesita. Lo paradójico es que, aunque estos medicamentos están disponibles y fabricados no llegan a donde se necesita”, sostuvo en ese encuentro el director del Área de Análisis de Políticas de ISGlobal, Gonzalo Fanjul.
Origen: Mirada Profesional