Con el objetivo de abordar problemas importantes de la industria farmacéutica, incluidos los medicamentos falsos o de baja calidad y sus altos precios de venta, la ley revisada estipula estándares y medidas más estrictos en el monitoreo de toda la cadena industrial, que recorre la investigación y el desarrollo, la fabricación, venta, uso y manejo de los fármacos.
La ley introduce un mecanismo de “plena trazabilidad” y un sistema de retirada de medicinas. También cubre la venta en línea, una área nueva que estaba necesitada de una mejor supervisión.
La revisión también aumenta los límites inferiores y superiores para las sanciones legales para quienes incurran en violaciones. Por ejemplo, aquellos que produzcan medicamentos falsificados recibirán una multa de entre 15 y 30 veces sus ganancias, a diferencia de entre dos y cinco veces como estaba estipulado anteriormente.
La ley establece varias ocasiones en las que resulta aplicable el máximo castigo, incluidas la producción y venta de medicamentos falsificados o de baja calidad para niños y mujeres embarazadas.
China promulgó una ley sobre administración de medicamentos por primera vez en 1984. La revisión de agosto es la primera desde la legislación adoptada en 2001.