Cada vez son más las voces que ponen de manifiesto la necesidad de que el mundo, de que todo el mundo, disponga de vacunas para acabar con la pandemia. Por ahora, solo los países desarrollados se han asegurado la vacunación. El 60% de las dosis disponibles está en manos del 16% de la población mundial. Son las cifras que muestran la desigualdad de una vacunación a dos velocidades.
Por todo ello, cada vez hay más voces que apuestan por liberar las patentes de forma que aumente la producción y haya dosis disponibles para toda la población mundial. Entre estas tesis se ha colado la de la Administración Biden. Por primera vez el Gobierno de Estados Unidos ha abierto la puerta a tal posibilidad y ello no ha gustado nada a las farmacéuticas. El argumento de las compañías, tal y como publica Financial Times, es que si eliminan temporalmente las patentes, la tecnología del ARN mensajero podría caer en manos de Rusia y China. Una tecnología que, explican los fabricantes, en un futuro puede usarse para desarrollar otras vacunas, terapias contra el cáncer o enfermedades cardíacas.
Voces a favor de la suspensión de las patentes
No ven ningún problema en ello, organizaciones como Médicos Sin Fronteras o Salud por Derecho que solicitan la suspensión inmediata de propiedad intelectual de las vacunas. “En un contexto de evidente tensión entre la fabricación de vacunas y la demanda de estas, suspender las patentes daría entrada a más fabricantes y permitiría aumentar la producción”, aseguran.
Tal y como se aprecia en el mapa de vacunación mundial elaborado por ourworldindata, la desigualdad en el proceso de vacunación es evidente. De hecho, desde Médicos Sin Fronteras celebran la decisión de Estados Unidos de compartir sus vacunas de AstraZeneca, y solicitan a Washington que entregue los 500 millones de dosis que guarda como excedente.
? “Mientras la población en Estados Unidos se está vacunando a un ritmo récord, no podemos permitirnos el lujo de cerrar los ojos y hacer como si no pasara nada.
El acaparamiento de vacunas contra la COVID-19 en EEUU ?? al final nos perjudicará a todos”https://t.co/l71pQlhO7r
— Médicos Sin Fronteras (@MSF_Espana) April 28, 2021
La postura de Estados Unidos con Biden
En la Organización Mundial del Comercio (OMC) se está estudiando una iniciativa propuesta por India y Sudáfrica que permitiría a los países anular temporalmente los derechos de las patentes de las vacunas. Una propuesta que cuenta ya con el respaldo de más de 50 países, aunque también con importantes rechazos como el del Reino Unido o la Unión Europea. Y ¿cuál es la postura de Estados Unidos?
Con Donald Trump Estados unidos también se oponía a liberar la propiedad de las vacunas, aunque con la llegada de Joe Biden la situación ha cambiado. El Gobierno demócrata ha comenzado a revisar la negativa estadounidense y, aunque todavía no ha tomado ninguna decisión, Katherine Tai, la Representante de Comercio Exterior del país, ya ha apuntado que tanto el Gobierno como el sector privado deben estar a la altura del espíritu del acuerdo de Marrakech, el acuerdo por el que se estableció la Organización Mundial del Comercio, que recoge la posibilidad de una exención de patentes aplicada en 2001 para luchar contra el SIDA.
In my opening remarks at a @WTO conference on vaccine equity, I stressed the need for extraordinary leadership, communication, and creativity during this extraordinary time https://t.co/5shVnB9oUY
— Ambassador Katherine Tai (@AmbassadorTai) April 15, 2021
Los partidarios de mantener la propiedad intelectual
El discurso de Katherine Tai en la OMC no gustó nada a las empresas farmacéuticas, más partidarias de voces como Canadá, Noruega, la Unión Europea o el Reino Unido, que argumentan que la propiedad intelectual es necesaria para incentivar la investigación y los tratamientos médicos, y que el acceso equitativo se puede lograr a través de acuerdos e iniciativas como Covax, el proyecto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para suministrar vacunas a los países más necesitados. Una iniciativa que garantiza la vacunación a dos o más velocidades. España o buena parte de Europa alcanzarán la inmunidad comunitaria este año, aunque los países sin recursos no lo harán hasta 2023, y “la economía mundial no se va a recuperar hasta que estemos todos protegidos”, recuerdan desde Médicos Sin Fronteras.
Otra de las voces más sonadas a favor mantener la patente de las vacunas ha sido la de Bill Gates. En una entrevista en la televisión británica, el cofundador de Microsoft, filántropo multimillonario convertido ahora en una especie de gurú pandémico, aseguró que “no” consideraba útil que se eliminaran las protecciones a la propiedad intelectual para que las fórmulas pudieran ser compartidas con diferentes países. Una negativa que Gates argumentó alegando motivos de seguridad. “Solo hay un número determinado de fábricas de vacunas en el mundo” y “la gente se toma muy en serio” su seguridad, explicó obviando que una de las mayores plantas de producción mundial se encuentra en India.
Interesante la nueva entrevista con Bill Gates. https://t.co/94nKMpcSM5
— Don Jules Verne (@DonJulesVerne) April 26, 2021
Opinión, la de Bill Gates, que contrasta con la del premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, quien en un artículo publicado en The Washington Post junto con la profesora Lori Wallach, calificó de “estúpido y moralmente incorrecto” mantener la propiedad intelectual de las vacunas.
“La situación es terrible y necesitamos más vacunas. Por increíble que parezca, después de todo el dinero público destinado al desarrollo de vacunas, su fabricación y distribución se ha dejado completamente en manos del mercado”, publicó en The Guardian el escritor Stephen Buranyi.
“Puede parecer que es un poco tarde en la crisis para probar nuevos enfoques -asegura este experto en ciencia y medio ambiente- pero la verdad es que en gran parte del mundo la pandemia ni siquiera ha llegado a la mitad del camino y es probable que la escasez mundial de vacunas continúe durante años“. Permitir que las grandes farmacéuticas manejen sus negocios como de costumbre “funciona solo para unos pocos ricos”, y hay personas dispuestas a cambiar las cosas, “tenemos que apoyar sus esfuerzos” invita Buranyi.
Origen: El miedo, argumento de las farmacéuticas para no liberar las patentes- NIUS