Opinión

La patente como doble aberración del liberalismo económico

Andy López

El discurso del capitalismo va mutando, como va mutando también el coronavirus para perfeccionar su accionar malicioso, sin tener en cuenta lo que piense el ser humano, enfermando a las personas y hundiendo las economías de los países.

Organizaciones pertenecientes a la comunidad internacional sostenidas por los países ricos, como la OMS, ruegan por la suspensión temporal del sistema de patentes para las vacunas contra el covid, aunque durante décadas sostuvieran políticas que beneficiaron a las grandes farmacéuticas. El propio gobierno de los EEUU se ve obligado a discutir la protección por patentes de los medicamentos y las vacunas ante la evidencia de que son un obstáculo para terminar con la pandemia en el corto plazo.

La corporaciones farmacéuticas se resisten a suspender la validez de sus patentes y presionan a la casa blanca a establecer mecanismos de licencias voluntarias con empresas confiables para que no se produzca un supuesto robo de la tecnología necesaria para la producción de las nuevas vacunas de ARNm.

Pfizer, Moderna y sus accionistas en Wall Street temen perder ganancias en tiempos de epidemia y quieren evitar a toda costa la controversia del mecanismo de propiedad intelectual que les permite un monopolio por los próximos años con suculentas ganancias extraordinarias.

De esta forma estamos en presencia de una doble aberración jurídica del liberalismo económico: los amantes del libre mercado que contruyen monopolios con las patentes, ahora tampoco quieren liberarlas en pandemia.

La tecnología necesaria para detener una enfermedad, como no sucedía en los últimos 100 años, ve impedida su propagación por culpa de las farmacéuticas y sus patentes, que si favorecen la propagación del coronavirus.

Deja una respuesta