Opinión

Suspensión de patentes de vacunas: una herida mortal al capitalismo farmacéutico

Por Ricardo Andino da Silva

El gobierno de Joe Biden anunció una supuesta aplicación de licencias obligatorias de patentes de vacunas en el marco de los Acuerdos sobre la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPICs) administrados por la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El comunicado fue criticado por las compañias farmacéuticas quienes vieron caer el valor de sus acciones en Wall Street y estiman fabulosas pérdidas de futuras ganancias en pandemia.

Stephen J. Ubl, presidente y director ejecutivo de Pharmaceutical Research and Manufacturers of America, calificó el anuncio del gobierno de los Estados Unidos como “un paso sin precedentes que socavará nuestra respuesta global a la pandemia y comprometerá la seguridad”.

“Esta decisión sembrará la confusión entre los socios públicos y privados, debilitará aún más las ya tensas cadenas de suministro y fomentará la proliferación de vacunas falsificadas”, dijo en un comunicado, y añadió que la medida tendría el efecto de “entregar las innovaciones estadounidenses a países que buscan socavar nuestro liderazgo en los descubrimientos biomédicos”. (China y Rusia), dijo el lobista.

La industria farmacéutica ha argumentado que la suspensión de la protección de las patentes perjudicaría a la toma de riesgos y la innovación.

Pfizer ha dicho que la vacuna de la compañía requiere 280 componentes de 86 proveedores en 19 países, así como equipos y personal altamente especializados. La farmacéutica tiene estimada una ganancia de 15.000 millones de dólares por venta de vacunas en 2021.

La decisión de Biden pone en jaque el sistema mundial de patentes con el que el capitalismo farmacéutico viene depredando a las población mundial, fijando precios elevados a sus productos medicinales gracias al monopolio creado por la normativa internacional de patentes que es aplicada en cada territorio por las oficinas de patentes gubernamentales y los estudios de abogados especializados en propiedad industrial, quienes garantizan que las patentes sean otorgadas a sus clientes estadounidenses en todo el mundo.

Biden abrió una caja de Pandora que provoca una herida mortal a las farmacéuticas que basaron la creación de su imperio de medicamentos protegidos de la competencia más barata de terceros (China, Rusia, India, etc.)

En Pandemia, la codicia demostrada por las farmacéuticas y el miedo de las corporaciones a un colapso global de la economía por la continuación de la epidemia, obligan al gobierno de Estados Unidos a recurrir a su creación (la OMC) para expandir la producción de vacunas covid, mediante la suspensión temporal de las patentes, que ayude a acelerar la vacunación de la población .

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