Industria farmacéutica argentina: un sector saludable
Por Guillermo Moreno
“Mente sana en un cuerpo sano”, la cita en latín constituye un recuerdo imborrable de los primeros años de vida, cuando se concurría a muy variados clubes, a realizar distintos tipos de actividades tanto físicas como recreativas. El cuidado de la salud: física, mental y espiritual, es un deber tanto del Sector Público como del Privado.
En este marco, un aporte clave de este resguardo, es ser eficiente y eficaz en la “cadena de valor” de la producción farmacéutica.
Su génesis, desarrollo y consolidación
En 1880, Eugenio Casasco comienza en la localidad de Luján, acompañando con plena soltura el proceso innovativo mundial en la materia, la fabricación a escala no “artesanal” de comprimidos y capsulas medicinales. Ello generó en el tiempo transformaciones singulares, sintetizables en el “icono” de la conversión de la antigua “Botica” en “Farmacia”.
Para el progreso de la industria, por fuera de circunstancias coyunturales, fue clave la sanción en 1864 de la primera Ley de Patentes. La Ley 111 prescribe en su Artículo Cuarto: “no son susceptibles de patentes las composiciones farmacéuticas
Durante el siglo XX y hasta entrados los años 80 el sector se amplió y diversificó, incorporando múltiples empresas, algunas de las cuales devenían de inversiones extranjeras. El reflejo institucional de esta situación es la convivencia, entre otras, de dos cámaras empresariales, CILFA y CAEME, que se diferencian por el origen del controlante en el capital societario. Cilfa es la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos, creada en Julio de 1964. Y CAEME, la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales, fundada en Julio de 1925.
Para analizar lo sucedido en los últimos lustros, pasaremos revista a algunos indicadores relevantes de la actividad en el período 2006-20. Así, en el “Cuadro” puede apreciarse la evolución de la facturación total de la Industria Farmacéutica y en el “Gráfico”, las exportaciones, importaciones y el saldo de la Balanza Comercial del Sector.
Evolución de la facturación total de la Industria Farmacéutica
Entre puntas (2006-20) la facturación total se incrementó en 2.638 millones de dólares, un 127%. En la misma dirección, lo facturado de producción nacional y la reventa de importado lo hicieron en 1.735 millones de dólares (107%) y 903 millones de dóalres (200%) respectivamente.
A su vez, es importante señalar que el componente importado, en términos relativos, ganó participación en un quantum aproximado del 31,6%
Balanza Comercial- Exportaciones, Importaciones y Saldo.
en millones de dólares 2006-2020
Se observa que, si bien las exportaciones entre 2006 y 2015 crecen en forma constante, lo hacen en menor medida que las importaciones. Ello determinó que con el transcurrir de los años, y entre puntas, el saldo comercial se haya tornado decididamente negativo, pasando de U$S -326 M en 2006 a U$S -1.428 M en 2020.
Un párrafo singular merece la disminución paulatina de las exportaciones a partir del año 2016, ya que se puede constatar que se redujeron un 31% desde los U$S 1049 M, hasta los U$S 716 M en 2020. Ahora bien, al proyectar la actividad es pertinente preguntar si …
Es contradictorio un pueblo saludable con una industria farmacéutica próspera?
Lo que dijo alguna vez un sepulturero: “quiero que nadie se muera, pero que a mí no me falte trabajo” viene “muy a cuento” en este caso. Pues resulta obvia la existencia de una tensión que se debe resolver, como bien señala Su Santidad Francisco cuando propugna que: “la unidad prevalece sobre el conflicto”.
Ayuda tanto a clarificar lo ut supra señalado, como a introducirnos en las tensiones a solucionar, el preguntar:
- ¿es más exitoso un Ministerio de Salud que cura los enfermos o aquel que evita el enfermarse?
- ¿los demandantes de los productos elaborados por los laboratorios medicinales son, mayoritariamente, los “sanos” o los “enfermos”?
- ¿los nuevos mercados, relacionados con biotecnología y “orphan drugs” (como se nomina a los principios activos o medicamentos de elevado interés terapéutico en dolencias de poca frecuencia), deben también integrar el “plan de negocios” de las empresas cuya mayoría accionaria “está en manos” de un residente?
- ¿son las patentes medicinales un problema o, por el contrario, lo es el monopolio de producción y comercialización que de ellas pretende derivarse?
Las respuestas solo podrán surgir de la reflexión mancomunada de los múltiples actores relevantes que interactúan en la industria.
Para ser artífices de este logro, al futuro “Segundo Congreso de la Productividad y el Bienestar Social”, deberá ser convocada la dirigencia sindical, empresarial y política que, con el aporte de los científicos, tecnólogos, académicos y religiosos debatirán y consensuarán las mejores propuestas para la industria farmacéutica, en el marco de la defensa del interés nacional y la sanidad del pueblo. El sector está integrado por aproximadamente 354 laboratorios, 230 plantas manufactureras (182 de controlante de capital societario residente y 48 no residente), ocupando 43.000 y 120.000 trabajadores en forma directa e indirecta respectivamente.
La expansión futura del sector, y sus consecuentes externalidades positivas, impactarán de manera relevante en la consolidación de un Modelo de Desarrollo Económico Permanente y Sustentable (MoDEPyS) con orientación a la producción.
Agradecemos la participación de Marcos Von Ifflinger.
Lic. Guillermo Moreno Lic. Pablo Challú Lic. Walter Romero
Origen: Industria farmacéutica argentina: un sector saludable | BAE Negocios