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Aprobada la vacuna para 5 a 11 años. La letalidad Covid en menores de 14 es del 0,0094%

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La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha dado su visto bueno a la vacuna de Pfizer contra el Covid-19 en niños de cinco a once años. La dosis será un tercio inferior a la utilizada en personas de doce años o más. La eficacia de Comirnaty, que es como se llama esta vacuna, se calculó en casi 2.000 niños de cinco a once años que no presentaban signos de infección previa, niños sanos pues.

Estos niños recibieron la vacuna o un placebo (una inyección ficticia). De los 1.305 niños que recibieron la vacuna, tres desarrollaron Covid-19 en comparación con 16 de los 663 niños que recibieron placebo. Esto significa que, en este estudio, la vacuna tuvo una efectividad del 90,7% en la prevención del Covid-19 sintomático. Aunque la tasa real podría estar entre el 67,7% y el 98,3%.

Estos datos, por supuesto y como hemos advertido en tantas ocasiones, los suministra la parte interesada, Pfizer, que es quien tiene la potestad legal de proteger los datos de sus ensayos mediante la figura del «secreto comercial».

Sólo cuentan lo que les interesa, vaya.

Sobre sus efectos secundarios en niños de cinco a once años, la EMA se limita a contarnos queson similares a los de las personas de doce años o más. Incluyen dolor en el lugar de la inyección, cansancio, dolor de cabeza, enrojecimiento e hinchazón en el lugar de la inyección, dolor muscular y escalofríos.

Estos efectos suelen ser leves o moderados y mejoran a los pocos días de la vacunación», así, sin más.

Vamos a vacunar a niños sanos, con edades en las que la Covid-19 no ofrece síntomas importantes. En esta última ola la incidencia en el grupo de la infancia es la mayor. En España, los menores de once años están en una tasa de 252 casos.

Pero la cosa cambia mucho si observamos los datos de muertes por Covid en niños. Hace unas semanas varias decenas de profesionales sanitarios (y otros) pidieron al Ministerio de Sanidad que contemplase el cese del plan de vacunación en la infancia.

Mostraban un informe muy completo y bien documentado con sus razones.

De ese informe destaco dos datos (como siempre os animo a leerlo entero): La tasa de supervivencia para el grupo de 0 a 19 años es del 99,997%. Dicho cálculo se puede realizar a partir de la información proporcionada por el Centro de Control de Enfermedades (CDC) de USA con el número de personas infectadas, tanto asintomáticas como sintomáticas, que sobreviven.

Este colectivo, hasta ahora que no había aprobada ninguna vacuna para su rango de edad, gracias a la inmunidad natural, como indican recientes estudios, supera la infección con éxito, según comentan estos profesionales sanitarios.

La letalidad de la Covid, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es del 0,27% para la suma total de todas las edades, pero la media de la mortalidad se encuentra en los 85 años.

La tasa de letalidad para los menores de 14 años, es del 0,0094%, según el informe elaborado por la Asociación Española de Pediatría (nada sospechosa de ser «antivacunas») y el Instituto de Salud Carlos III (tenéis las referencias en la bibliografía del informe).

Como indica la Guía técnica de la vacuna, se han comprobado cuadros de miocarditis y pericarditis (en teoría «raros») que se presentan principalmente en hombres jóvenes, después de la segunda dosis de estas vacunas y en los catorce días siguientes a la vacunación.

Hace apenas un par de semanas Taiwan optó por detener la segunda dosis de vacuna a niños mayores de doce años ante los casos de miocarditis (inflamación del músculo cardíaco) y pericarditis (inflamación del revestimiento exterior del corazón) que se han presentado en ese país (y en otros).

Dicho país también congeló también los planes de vacunación a menores de dicha edad.

Además, se observó con mayor frecuencia la presencia de linfadenopatía -enfermedad o inflamación de los ganglios linfáticos- (5%) entre los participantes que recibieron la tercera dosis comparada con los que recibieron dos dosis (0,4%).

Es algo poco comentado (en general, sobre efectos adversos de estas vacunas se publica muy poco) pero estudiado, en España ha habido ese tipo de casos, incluso entre el personal sanitario.

Para los interesados, contaros que las vacunas de Pfizer y Moderna que están administrándose para la Covid contienen polietilenglicol (PEG), un compuesto usado para estabilizar determinados fármacos.

Se trata de uno de los excipientes de esas vacunas aprobadas y es un alérgeno potencial conocido. ¿Tendrá esto que ver con los efectos secundarios que están produciéndose?

Si la persona que va a ser vacunada ha presentado alguna reacción previa con algún fármaco que contiene PEG, debe advertirlo antes de ser vacunado para que sea valorado por un especialista en alergias.

El problema es como apuntaba en el post Efectos secundarios vacunas Covid: Cuidado los alérgicos y las personas mayores frágiles, que la mayor parte de las personas no sabemos si somos o no alérgicos a esta u otras sustancias.

Un dato importante extraído de la Guía técnica:

Como con cualquier otra vacuna, Comirnaty puede no ofrecer una protección completa a todos los que la reciban y no se conoce la duración de la protección«.

Las personas vacunadas deben seguir manteniendo todas las medidas de precaución para su protección y la de los demás (mascarillas, distancia social, evitar aglomeraciones, lavado de manos y cuarentena tras una exposición).

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