Estados Unidos está perdiendo su ventaja tecnológica. El Congreso debe intervenir para recuperarlo
Por Walter G. Copan.
La caída de Estados Unidos se debió significativamente a decisiones de la Corte Suprema de Estados Unidos de la última década que crearon ambigüedad con respecto a la elegibilidad de ciertas tecnologías para la protección de patentes. Por ejemplo, en 2012, el Tribunal dictaminó que las pruebas médicas de diagnóstico no eran elegibles para la protección de patente. En 2014, dictaminó lo mismo para las invenciones implementadas a través de software.
La ausencia de protección mediante patentes priva a los innovadores de la capacidad de comercializar con éxito sus invenciones y recuperar las inversiones. En consecuencia, no sorprende que la Investigación y el Desarrollo (I+D) en campos como el diagnóstico médico se haya reducido desde esas dos sentencias.
Mientras tanto, las grandes empresas se han vuelto expertas en explotar la Junta de Apelaciones y Juicios de Patentes (PTAB, por sus siglas en inglés), que es un organismo resolutivo dentro de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, para sofocar a los competidores más pequeños. Primero, las grandes empresas roban la propiedad intelectual de una startup. Luego, cuando esta última demanda a la gran empresa por infracción deliberada, el gigante cuestiona la validez de la patente ante la PTAB y ante los tribunales.
Obligadas a defender sus derechos en dos foros y enfrentando el riesgo de sufrir repetidos ataques a sus invenciones, muchas empresas más pequeñas se ven obligadas a cerrar. Ese patrón se ha convertido en una señal clara para los empresarios e inventores estadounidenses de que no se respetarán sus derechos de patente.
Estos avances son especialmente perjudiciales para los científicos de los campus universitarios, que son responsables de casi una de cada diez innovaciones tecnológicas en Estados Unidos.
Las universidades de investigación dependen de la formación de nuevas empresas y de la concesión de licencias sobre sus descubrimientos patentados a socios del sector privado para que inviertan y los lleven al mercado. Cuando los derechos de propiedad intelectual no son confiables, los socios e inversionistas evitan dedicar el tiempo, el dinero y el esfuerzo necesarios para convertir las invenciones en productos del mundo real.
Eso deja varados los avances de industrias críticas, donde los grandes descubrimientos pueden no encontrar inversores del sector privado debido a la incertidumbre en torno a los derechos de patente. Durante la última década, este fenómeno ha estado limitando la innovación estadounidense.
Uno de los proyectos de ley propuestos, la Ley de Restauración de Elegibilidad de Patentes (PERA), aclararía los tipos de materia elegible para la protección de patentes. Específicamente, eliminaría los problemas clave relacionados con la elegibilidad de patentes creados por casos de la Corte Suprema, que han causado una confusión generalizada entre los inventores.
El otro proyecto de ley, la Ley de Promoción y Respeto del Liderazgo en Innovación Estadounidense Económicamente Vital (Ley PREVAIL), reformaría los procedimientos de la PTAB de manera crítica. Entre sus mejoras esenciales, requeriría que los impugnantes elijan sólo un lugar (ya sea la PTAB o los tribunales, no ambos) para disputar la validez de una patente.
En conjunto, los dos proyectos de ley garantizarían a los innovadores y a las nuevas empresas que sus descubrimientos son patentables y sus derechos seguros. Tal claridad promueve una mayor investigación e innovación en industrias centrales para nuestra seguridad nacional.
El futuro de la competitividad tecnológica de Estados Unidos está en manos del Congreso. Depende de los legisladores tomar la decisión correcta.
Walter G. Copan es vicepresidente de investigación y transferencia de tecnología de la Escuela de Minas de Colorado, asesor principal del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales y cofundador de su proyecto Renewing American Innovation. Anteriormente se desempeñó como director del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología