Químicos ambientales aumentan el riesgo de cáncer de mama
Un ingrediente disruptivo que altera su equilibrio hormonal y promueve el cáncer
HISTORIA EN BREVE
- Las mujeres con una exposición moderada al triclosán tienen un riesgo 2.33 veces más elevado de cáncer de mama
- El triclosán, que está presente en el 75 % de la orina de las personas de Estados Unidos, se absorbe con facilidad a través de la piel y suele aparecer en productos antibacterianos, cosméticos e incluso ropa, y llega a la sangre, la leche materna y la cadena alimenticia
- La exposición a sustancias químicas del ambiente como el DDT, las dioxinas y el BPA durante el embarazo, la infancia o la pubertad aumenta en gran medida el riesgo de cáncer de mama décadas después, ya que alteran el desarrollo normal
- Un estudio de 2023 demuestra los mecanismos que promueven el cáncer del triclosán, e indica que aumenta el estrés oxidativo que daña las células y afecta la longitud de los telómeros, ambos factores que promueven el desarrollo del cáncer de mama
- Algunas medidas simples de prevención incluyen evitar los productos antimicrobianos, elegir productos orgánicos, mejorar la calidad del aire interior y examinar con atención los ingredientes de los productos de cuidado personal para reducir la exposición a sustancias químicas nocivas
🩺Por: Dr. Mercola
El cáncer de mama va en aumento en todo el mundo y las investigaciones apuntan cada vez más a la influencia, a menudo pasada por alto, de las sustancias químicas del ambiente (por ejemplo, el triclosán) como contribuyentes clave a esta crisis de salud creciente.
Los productos químicos se encuentran en todas partes, desde los plásticos que se utilizan para almacenar alimentos hasta los ingredientes de los productos de cuidado personal y los contaminantes que llenan el aire y el agua. Muchas de estas sustancias, que a menudo son invisibles, imitan o alteran el equilibrio delicado de las hormonas del cuerpo e interfieren en procesos biológicos esenciales, lo que sienta las bases para que el cáncer de mama se desarrolle y progrese.
El triclosán es un gran culpable del cáncer de mama
Un estudio publicado en la revista Scientific Reports exploró los vínculos entre las sustancias químicas disruptoras del sistema endocrino (EDCs, por sus siglas en inglés) comunes, en específico los fenoles y los parabenos, y el desarrollo del cáncer de mama en las mujeres.1 El estudio utilizó datos extensos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés), que se recopilaron entre 2005 y 2014.
Los investigadores examinaron muestras de orina de 4 455 mujeres, y cuantificaron los niveles de varios fenoles, incluyendo el bisfenol A (BPA), el triclosán y la benzofenona-3, y parabenos, como el metil, etil, propil y butilparabeno.
Entre estos productos químicos, el triclosán surgió como un elemento clave. Los investigadores descubrieron que las mujeres en el segundo cuartil de exposición al triclosán enfrentaron un riesgo 2.33 veces mayor y las del tercer cuartil tuvieron un riesgo 1.94 veces mayor de desarrollar cáncer de mama en comparación con las mujeres del grupo de menor exposición.
Por interesante que parezca, el estudio demostró una relación compleja y no lineal entre la exposición al triclosán y el riesgo de cáncer de mama, en específico una curva en forma de U invertida. Este patrón indica que a medida que aumenta en un inicio la exposición al triclosán, también aumenta el riesgo de cáncer de mama, pero luego, con niveles de exposición incluso más elevados, el riesgo parece estabilizarse o disminuir un poco, aunque aún es elevado en comparación con el grupo de menor exposición.
Las mujeres con sobrepeso tuvieron una asociación más fuerte entre la exposición al triclosán y el riesgo de cáncer de mama. De manera similar, las mujeres menores de 60 años, así como las mujeres blancas, también tuvieron una mayor conexión. Si bien, otros fenoles y parabenos no se relacionaron con un aumento general del riesgo de cáncer de mama en este estudio, se descubrió que la exposición a etil y butilparabenos aumentó el riesgo de cáncer de mama en específico entre mujeres delgadas.
Un estudio demostró los mecanismos detrás de la relación entre el triclosán y el cáncer de mama
Un estudio de 2023 publicado en Frontiers in Public Health respaldó los peligros del triclosán, en particular su relación con el cáncer de mama.2 Los investigadores examinaron a 302 mujeres con cáncer de mama y las compararon con 302 mujeres sanas. Descubrieron una conexión clara entre los niveles elevados de triclosán en la orina y un riesgo mayor de cáncer de mama. El artículo explicó cómo el triclosán causa este aumento del riesgo.
Los investigadores se centraron en el estrés oxidativo, que es un desequilibrio de radicales libres y antioxidantes en el cuerpo. El estrés oxidativo daña sus células, incluyendo su ADN. Los investigadores midieron varios marcadores de estrés oxidativo y descubrieron que las mujeres con niveles más elevados de triclosán también tuvieron niveles más elevados de estos marcadores. Esto sugiere que el triclosán contribuye al cáncer de mama debido a que aumenta el estrés oxidativo en el cuerpo.
El estudio también analizó los telómeros, que actúan como tapas protectoras en los extremos de los cromosomas. Varios estudios han relacionado los telómeros más cortos con un riesgo mayor de cáncer. Por interesante que parezca, este estudio descubrió una relación entre la exposición al triclosán y los telómeros más largos, lo que, de manera sorprendente, también se ha relacionado con el riesgo de cáncer de mama. La influencia del triclosán en los telómeros demuestra otra vía por la cual aumenta el riesgo de cáncer.
El triclosán está en muchos productos de uso cotidiano
El triclosán es un agente antimicrobiano que se encuentra en numerosos productos de uso cotidiano, desde jabones antibacterianos y pastas de dientes hasta cosméticos e incluso ropa. Su función principal es inhibir el crecimiento de bacterias y hongos, lo que prolonga la vida útil del producto y satisface los deseos de limpieza del consumidor. Sin embargo, este aditivo tiene una consecuencia: se absorbe con facilidad en el cuerpo humano.
De forma alarmante, se ha detectado triclosán en sangre humana, orina e incluso leche materna, con una exposición generalizada en todas las poblaciones. De hecho, el 75 % de la población de Estados Unidos tiene triclosán en la orina. 3
Esta presencia generalizada genera inquietud, en particular dada la clasificación del triclosán como un disruptor endocrino. Su estructura química se asemeja a la de las hormonas tiroideas y a otras sustancias disruptoras del sistema endocrino, como el dietilestilbestrol (DES) y el BPA, lo que alerta sobre una posible interferencia con las hormonas.
En concentraciones bajas, el triclosán parece aumentar el crecimiento de células de cáncer de mama sensibles al estrógeno, lo que sugiere que actúa como el estrógeno. El estrógeno tiene una influencia compleja en el crecimiento y desarrollo de las células mamarias. Cuando las sustancias químicas como el triclosán interrumpen esta señalización, promueve la proliferación celular anormal, lo que alimenta el crecimiento de tumores.
Además, se ha vinculado el triclosán con la disfunción tiroidea, que a su vez se ha relacionado con un riesgo mayor de cáncer de mama. Más allá del cáncer de mama, las preocupaciones se extienden a otros problemas de desarrollo y salud, entre ellos una circunferencia de la cabeza más pequeña al nacer, un desarrollo mamario precoz en las niñas e incluso promueve la resistencia a los antibióticos y las alergias.4
Debido a que el triclosán se utiliza en numerosos productos de cuidado personal, muchas veces termina en el desagüe después de utilizarse. El triclosán permanece durante el tratamiento de aguas residuales y se acumula en los lodos de depuradora. Este lodo se utiliza a menudo como fertilizante, lo que permite que el triclosán sea absorbido por las plantas, incluyendo los cultivos de alimentos, lo que introduce este químico dañino en la cadena alimentaria.
La exposición temprana a las sustancias químicas aumenta el riesgo de cáncer de mama más adelante en la vida
En una revisión publicada en Environmental Research, se evaluaron numerosos estudios epidemiológicos (que son investigaciones que rastrean patrones de enfermedades en poblaciones) frente al conocimiento biológico establecido de cómo diversas sustancias químicas interactúan con el cuerpo humano a nivel celular. 5 Con la combinación de estas dos corrientes de evidencia (tendencias poblacionales y comprensión biológica), la revisión logró una perspectiva poderosa sobre la relación entre las sustancias químicas del ambiente y el cáncer de mama.
La revisión descubrió que las exposiciones temprano en la vida a ciertas sustancias químicas del ambiente son muy preocupantes en cuanto al riesgo de cáncer de mama más adelante en la vida. La exposición durante las etapas importantes del desarrollo (en el útero, durante la infancia y a lo largo de la pubertad) tiene efectos duraderos y aumenta la vulnerabilidad al cáncer de mama décadas después.
La revisión señaló que los productos químicos persistentes y omnipresentes, como el DDT y las dioxinas, junto con el perfluorooctano-sulfonamida (PFOSA), suponen riesgos significativos cuando la exposición ocurre en etapas tempranas de la vida.
La exposición temprana a disruptores endocrinos como el DDT y las dioxinas tiene efectos muy devastadores en el desarrollo de las glándulas mamarias. Dado que estos productos químicos imitan o bloquean las hormonas naturales, envían señales confusas a las células mamarias en desarrollo, lo que altera sus patrones normales de crecimiento y, en última instancia, aumentan la susceptibilidad al cáncer. Más allá de alterar el sistema endocrino, la revisión detalló otros mecanismos que influyen.
Los hidrocarburos aromáticos policíclicos, o HAP, y la contaminación del aire se destacan como factores de riesgo importantes, en particular mediante el mecanismo de daño al ADN. Los HAP, que se producen por la quema de combustibles fósiles y se encuentran en los gases de escape de los vehículos y en las emisiones industriales, y en los componentes de la contaminación atmosférica en general, dañan de manera directa el ADN, que es la base de las células. Si no se repara de forma adecuada, este daño al ADN provoca mutaciones que impulsan el desarrollo del cáncer.
En la revisión también se nombraron otros productos químicos muy utilizados en productos de consumo. Por ejemplo, el BPA, que es un disruptor endocrino con actividad estrogénica, y los ftalatos y nonilfenoles también exhiben propiedades disruptoras del sistema endocrino y se relacionaron con el desarrollo alterado de las glándulas mamarias en modelos animales. Los tintes y alisadores para el cabello contienen aminas aromáticas y formaldehído, respectivamente, ambas sustancias químicas que han generado preocupaciones sobre su carcinogenicidad.
Las sustancias perfluoroalquilo y polifluoroalquilo, conocidas de forma común como PFAS, son sustancias químicas persistentes que cuentan con evidencia de efectos sobre la glándula mamaria y relación con el cáncer. Estudios con animales también han demostrado que los retardantes de llama, incluyendo los PBDEs, podrían alterar el sistema endocrino y el desarrollo de la glándula mamaria.
La revisión refuerza la conclusión de que las sustancias químicas del ambiente no son solo espectadores sino factores activos en el desarrollo del cáncer de mama. No se trata solo de una o dos sustancias químicas aisladas; se trata de la mezcla compleja de exposiciones a las que nos enfrentamos todos los días y el impacto acumulativo que estas exposiciones tienen a lo largo de nuestra vida, sobre todo cuando la exposición ocurre durante periodos importantes del desarrollo.
Medidas proactivas para reducir su exposición a las sustancias químicas
Si bien, los riesgos que plantean las sustancias químicas del ambiente son importantes, recuerde que puede defenderse. Puede tomar medidas importantes para reducir su exposición y disminuir su riesgo de padecer cáncer de mama y otros problemas de salud relacionados. Para ello, tome decisiones informadas en su vida cotidiana y sea proactivo respecto a su salud. Cada cambio pequeño que realice para reducir su carga química favorece su salud.
1. Examine con cuidado sus productos de cuidado personal: los productos de cuidado personal son una fuente común de triclosán, ftalatos y nonilfenoles. Comience a leer las etiquetas y opte por productos etiquetados como “sin ftalato”, “sin triclosán” y “sin nonilfenol”. Además, opte por productos más sencillos con menos ingredientes, y céntrese en opciones naturales y orgánicas siempre que pueda. Su piel es absorbente, por lo que debe tener cuidado con lo que aplica sobre su cuerpo.
2. Evite los productos antimicrobianos: evite los jabones, pastas dentales y otros productos “antimicrobianos” que afirman ser antimicrobianos y que contienen triclosán o 5-cloro-2-(2,4-diclorofenoxi)fenol (que es otro nombre del triclosán). Lávese las manos con agua y jabón. Los jabones antibacterianos no son más efectivos que el jabón común para matar los gérmenes en las actividades cotidianas.
3. Pele las zanahorias y otros vegetales de raíz, o cómprelos orgánicos: los vegetales (en especial la capa exterior de las raíces) pueden contaminarse si se utilizan los lodos de depuradora como fertilizante. 6 Los lodos de depuradora no se permiten en la agricultura ecológica, por lo que es recomendable elegir productos ecológicos siempre que pueda.
4. Mejore la calidad del aire interior: el aire que respira todos los días en su hogar podría estar contaminado con HAP, retardantes de llama y otras sustancias químicas. Asegúrese de que su casa esté bien ventilada y abra las ventanas de forma regular para que circule aire fresco y se reduzca la acumulación de contaminantes en el interior.
Aspire y quite el polvo con frecuencia para reducir el polvo, que es una fuente importante de triclosán, retardantes de llama y otras sustancias químicas. Un purificador de aire con filtro HEPA también es una buena inversión para limpiar aún más el aire interior.
5. Considere la progesterona natural para el equilibrio de estrógenos: si le preocupan los efectos acumulativos de los xenoestrógenos (que son las sustancias químicas que imitan el estrógeno, como el triclosán) en su equilibrio de hormonas, considere la progesterona natural. La progesterona natural funciona como un antagonista del estrógeno y ayuda a reducir algunos de los efectos negativos del exceso de estrógeno en el cuerpo.
Cómo usar la progesterona
Antes de utilizar progesterona es importante entender que no es una solución mágica y que obtendrá mejores resultados si la utiliza junto con una alimentación bioenergética que le permita quemar glucosa de manera efectiva como combustible principal, sin tener que acumular electrones en sus mitocondrias, los cuales disminuyen la producción de energía. Mi libro nuevo titulado: “Los Secretos de la Salud Celular: guía para alcanzar la longevidad y la felicidad”, habla a detalle sobre este proceso.
El primer paso es abordar su alimentación, y después, otra estrategia efectiva para contrarrestar el exceso de estrógenos es tomar progesterona transmucosa (es decir, la que se aplica en las encías, no la oral, ni la transdérmica), ya que es un antagonista natural de los estrógenos. La progesterona es una de las tres hormonas que, en mi opinión, podrían beneficiar a la mayoría de los adultos. (Las otras dos son la DHEA y la pregnenolona).
No recomiendo la progesterona transdérmica, ya que su piel exhibirá niveles elevados de la enzima 5-alfa reductasa, lo que provoca que una gran parte de la progesterona que toma se convierta en alopregnanolona y no pueda volver a convertirse en progesterona.
La mejor manera de administrar progesterona
Cabe recalcar que, cuando usa la progesterona por vía transmucosa en las encías, como lo recomiendo, la FDA cree que eso la convierte en un medicamento, y prohíbe a cualquier compañía indicarlo en su etiqueta. Por esta razón, compañías como Health Natura promocionan sus productos de progesterona solo como de uso tópico.
Sin embargo, es legal que cualquier médico recomiende un uso no indicado o no aprobado para un medicamento. En este caso, la progesterona es una hormona natural y no un medicamento, y es muy segura incluso en dosis altas. Esto es muy diferente a la progesterona sintética llamada progestina, que las compañías farmacéuticas utilizan y, que con frecuencia y de forma incorrecta, llaman progesterona.
El Dr. Ray Peat realizó un trabajo trascendental sobre la progesterona y, en mi opinión, hasta la fecha no hay nadie que supere su conocimiento en este tema. En 1982 escribió su doctorado sobre el estrógeno, y pasó la mayor parte de su carrera profesional estudiando y documentando la necesidad de contrarrestar los peligros del exceso de estrógeno con alimentaciones bajas en ácido linoleico y suplementos de progesterona por vía transmucosa.
El Dr. Ray encontró que la mayoría de los solventes no disuelven de forma adecuada la progesterona, y descubrió que la vitamina E es el mejor solvente para llevar la progesterona a los tejidos. La vitamina E también podría ayudar a proteger contra el daño ocasionado por el ácido linoleico. Pero, debe elegir bien sus suplementos de vitamina E, ya que la mayoría son de muy mala calidad y podrían causar más daños que beneficios.
Nunca utilice vitamina E sintética (acetato de alfa tocoferol; acetato significa que es sintética). La vitamina E natural se etiqueta como “d alfa tocoferol”. Este es el isómero D puro, qué es lo que su cuerpo puede utilizar.
También hay otros isómeros de vitamina E, y lo que necesita es el espectro completo de tocoferoles y tocotrienoles, en particular los tipos beta, gamma y delta, en el isómero D efectivo. Para que se dé una idea de una buena vitamina E, puede ver la etiqueta de nuestra vitamina E en nuestra tienda. Puede utilizar cualquier marca que tenga una etiqueta similar.
Puede comprar progesterona bioidéntica de grado farmacéutico como la Progesterone Powder, Bioidentical Micronized Powder de 10 gramos por $ 40 en muchas tiendas en línea como Amazon. Esa cantidad podría durarle casi un año, pero depende de la dosis que elija.
Cabe destacar que, necesitará comprar algunas cucharas medidoras de acero inoxidable, ya que necesitará 1/64 de cucharadita, que son 25 mg, y 1/32 de cucharadita, que son 50 mg. Por lo general, una dosis normal es de 25 a 50 mg y se recomienda tomarla 30 minutos antes de acostarse, ya que tiene una función anticortisol e incrementará los niveles de GABA, lo que le ayudará a dormir mejor.
Si está en periodo menstrual debe tomar progesterona durante la fase lútea o en la última mitad de su ciclo; es decir, comenzar 10 días después del primer día de su período y dejar de tomarla cuando vuelva a empezar su período.
Si es hombre o mujer que no menstrua, puede tomar progesterona todos los días durante 4 a 6 meses, y descansar una semana. Lo más recomendable es tomar progesterona 30 minutos antes de acostarse, ya que tiene una función anticortisol y aumentará los niveles de GABA, lo que le ayudará a dormir mejor.
Esto es lo que yo hago desde hace más de un año con muy buenos resultados. Soy médico, así que no tengo ningún problema para hacerlo. Si no es médico, deberá consultar a uno, ya que la terapia con progesterona por vía transmucosa requiere receta médica.
ciencia detrás de la longevidad y felicidad”, no solo obtendrá un libro más, marcará el inicio de su camino hacia una salud vibrante y duradera.
No esperé ni un día más para recuperar su salud. El poder de sanar, prosperar y vivir lleno de energía ahora está al alcance de sus manos.
Origen: Químicos ambientales aumentan el riesgo de cáncer de mama