Una farmacéutica y nutricionista muestra cómo son las farmacias en Estados Unidos: “El consumo masivo también se ha querido llevar a los medicamentos”
Después de visitar una farmacia estadounidense, Eva lo tiene claro: “El consumo masivo también se ha querido llevar a los medicamentos”. La farmacéutica y nutricionista, conocida por su contenido divulgativo en redes sociales (@eva.nutriskin), la joven española ha aprovechado su viaje a Estados Unidos para analizar las diferencias en la venta de fármacos entre los dos países.
La experiencia de Eva no ha sido nada positiva tras comprobar el funcionamiento de las farmacias en Estados Unidos: los establecimientos parecen incentivar la automedicación e incorporan ingredientes poco saludables en sus productos. Así lo cuenta en un reciente vídeo que ha publicado en la plataforma TikTok. El contenido ha superado las 100.000 visitas de miles de curiosos por el funcionamiento de las farmacias estadounidenses, y cientos de comentarios de personas de todo el mundo.
En su vídeo, Eva subraya que la estructura y el ambiente de estos locales parecen fomentar el consumo masivo de medicamentos y, además, incentivan prácticas de automedicación. “Entras en una farmacia en Estados Unidos y es que te dan ganas de medicarte”, critica la experta.
La mayoría de los productos que se venden en la farmacia visitada por Eva son de libre disposición, “medicamentos que en España solo se venden bajo receta médica”. Estos fármacos se venden, además, en botes “con colores superllamativos de 500 cápsulas”, expresa Eva. En concreto, se refiere a un bote de ibuprofenos, que se vende por centenares y, si es posible, en formato gominola para hacerlo más atractivo a los consumidores. “No sé si en este país la industria te quiere cuidar o te quiere seducir con un diseño que te quiere hacer adicto”, critica la joven.
Toneladas de azúcar y rebajas en comida rápida

A lo anterior se suma la prevalencia de suplementos nutricionales, otra sección llamativa en las farmacias estadounidenses. Eva afirma que, a pesar de tratarse de un establecimiento de salud, la cantidad y el tipo de suplementos que se venden son excepcionales. La sección “es de risa”, opina Eva. “Son toneladas de azúcar, cero evidencia de biodisponibilidad y es más: te tomas un colágeno para mejorar tu piel y está cargado de azúcar y aceite de palma, que no es que no vaya a hacerte nada, es que va a perjudicarte”, asegura la farmacéutica y nutricionista.
El recorrido de Eva por la farmacia estadounidense termina de sorprenderla cuando comprueba que, además de fármacos y suplementos, estos locales venden alimentos ultraprocesados, algo que es impensable encontrarse en una farmacia española. Las heladeras con productos azucarados, golosinas y snacks de escaso valor nutricional se encuentran al alcance de la mano, junto a los medicamentos. “Al lado tienes unos heladitos por si te entra hambre”, señala la experta española. Para ella, la situación resulta aún más absurda al ver que se pueden adquirir “tarjetas regalo del McDonald’so del Dunkin Donuts de regalo con el pack de colágeno”, afirma sorprendida la farmacéutica.
“Me ha parecido una auténtica locura y solo espero, por favor, que nunca pase en España”, concluye.