La industria farmacéutica española se consolida como un motor estratégico de empleo cualificado, con altos salarios y un crecimiento sostenido. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos: escasez de perfiles jóvenes, alta competencia por el talento y una brecha de género persistente en puestos directivos, según el análisis de Synergie España basado en datos de LinkedIn Talent Insights.

La industria farmacéutica española atraviesa un periodo de transformación profunda. Su peso creciente en la economía y su papel central en la innovación científica y tecnológica la consolidan como un sector estratégico en la generación de empleo cualificado. No obstante, convive con desafíos que van desde la alta competencia por captar talento hasta la brecha de género en niveles directivos.
Según el análisis de Synergie España, basado en LinkedIn Talent Insights, en el último año se registraron 13.538 cambios de empleo y 10.066 ofertas en el mercado farmacéutico español, lo que refleja una rotación elevada y la fuerte competencia por atraer y fidelizar talento especializado. La fuga de profesionales también se observa hacia sectores como el comercio minorista de productos de higiene personal y la fabricación química.
Un ecosistema altamente cualificado y concentrado
Con 107.000 profesionales activos en España y un crecimiento interanual del 2% en Europa, la industria mantiene una demanda sostenida de perfiles técnicos y científicos. Madrid y Barcelona concentran la mayor parte del talento —32.000 y 24.000 profesionales respectivamente— mientras que Girona destaca con un crecimiento del 11,5%. En conjunto, Cataluña representa el 34% del talento nacional, con capacidad de atracción internacional notable.
La formación es otro pilar estratégico: la Universitat de Barcelona y la Universidad Complutense de Madrid figuran entre las tres principales instituciones europeas en generación de talento farmacéutico. Las titulaciones más habituales incluyen Farmacia, ADE, Química, Marketing y Biotecnología, reflejando la creciente interdisciplinariedad del sector.
Brecha generacional y desigualdad en la dirección
La edad media del sector supera los 43 años, con más de la mitad de los profesionales mayores de 45, mientras que los menores de 30 apenas representan el 30,8%. Esta brecha refleja la dificultad para atraer talento joven, un desafío reconocido por el 88% de las empresas farmacéuticas.
En materia de diversidad, el 55% del talento es femenino, pero la presencia de mujeres en altos cargos se reduce drásticamente: solo 22% de consejeras delegadas y 21% de directoras comerciales son mujeres. Aun así, el liderazgo femenino gana presencia en áreas técnicas, normativas y asistenciales, donde superan el 80%.
El sector farmacéutico también destaca por su remuneración competitiva, con un coste laboral medio superior a 60.000 € anuales, frente a los 37.500 € de la media nacional. Los puestos mejor remunerados incluyen Dirección Médica (90.000–180.000 €), I+D (hasta 150.000 €) y Product Management (70.000–110.000 €).
Lo que valora el talento farmacéutico
La especialización creciente ha provocado escasez de talento en determinados perfiles: el cargo de farmacéutico/a registra actualmente 145 vacantes con solo 39 candidatos por oferta, evidenciando el desajuste entre oferta y demanda.
Los profesionales priorizan factores como remuneración y beneficios (66,9%), conciliación real (64,5%), flexibilidad (41,3%) y entorno motivador (40,5%), según LinkedIn. La cultura organizacional y la percepción de propósito se consolidan como elementos clave para fidelizar al talento.
“El reto para el sector no es solo mantener su liderazgo tecnológico, sino también su capacidad de atraer y retener a las nuevas generaciones. La combinación de igualdad, formación continua y employer branding será decisiva para garantizar que el talento farmacéutico siga impulsando la innovación y el crecimiento en España”, declara Sergi Vilella, Project Manager de Health Care & Pharma en Synergie España.
“Con un liderazgo femenino en expansión, una sólida base formativa y una retribución por encima de la media nacional, la industria se encuentra en una posición privilegiada para consolidar un modelo de empleo sostenible, innovador y con impacto real en la sociedad”, añade.
La industria farmacéutica española, con su base altamente cualificada, liderazgo femenino creciente y atractivo retributivo, se enfrenta a un momento clave: atraer y fidelizar talento joven mientras mantiene su competitividad global y refuerza un modelo de empleo innovador y sostenible.
Origen: Interempresas
