El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, mantuvo este miércoles una reunión con el embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas. Durante el encuentro, los funcionarios acercaron posiciones y dieron un paso más en el marco de las negociaciones entre ambos países por la “letra chica” del acuerdo comercial.
Lamelas utilizó las redes sociales para compartir la noticia y expresar su apoyo al Gobierno argentino. “Las reformas que impulsa Javier Milei tienen el potencial de dinamizar la economía argentina. Tuve una excelente reunión con Federico Sturzenegger, donde hablamos sobre cómo la desregulación puede impulsar la innovación, atraer inversiones, generar empleo, y aumentar el comercio. EE.UU. apoya estos esfuerzos orientados a un entorno más competitivo y abierto”, publicó el diplomático en su cuenta de X.

No es la primera vez que el país norteamericano habla a través de su embajada en Argentina. La semana pasada, la sede diplomática indicó que el acuerdo comercial “crea las condiciones para incrementar las inversiones” estadounidenses en el país, uno de los puntos en el que tanto el presidente Javier Milei como el equipo económico liderado por Luis Caputo habían hecho hincapié en sus visitas a territorio norteamericano.
“Es una clara señal de que la Argentina está abierta a nuevas oportunidades comerciales y traza una trayectoria de crecimiento para ambos países. El acuerdo incluye reducción de tarifas para industrias claves, alineamiento de estándares, fortalecimiento de protección de propiedad intelectual, y un compromiso conjunto para promover un comercio más justo y recíproco”, acotaron.
También sumó su voz la Casa Blanca. La semana pasada emitió un comunicado en el que dejó clara su postura. “Este Acuerdo Marco de Comercio Recíproco e Inversión busca promover el crecimiento a largo plazo, ampliar las oportunidades y crear un entorno transparente y basado en reglas para el comercio y la innovación”, explicó el Gobierno estadounidense.
Al mismo tiempo, la administración de Donald Trump planteó que el resultado de lo pactado “refleja la ambición y los valores compartidos por ambos países, y se apoya en medidas que Argentina ya implementó para modernizar su régimen de comercio e inversiones y promover condiciones recíprocas”.
Las definiciones del acuerdo
Si bien aun restan varios puntos por discutir, Estados Unidos ya emitió un comunicado con los principales acuerdos logrados.
El acuerdo comercial entre ambos países prevé una apertura de mercados con aranceles reducidos para productos clave de ambos países. Argentina dará acceso preferencial a bienes estadounidenses —incluidos medicamentos, maquinaria y productos agrícolas—, mientras que Estados Unidos eliminará aranceles sobre ciertos recursos naturales y bienes farmacéuticos no patentados, además de considerar el impacto del entendimiento en futuras decisiones comerciales. También habrá mejoras en el acceso para la carne vacuna. Argentina eliminará barreras no arancelarias, como licencias de importación y formalidades consulares, y reducirá gradualmente el impuesto estadístico sobre bienes de origen estadounidense.
En materia regulatoria, el país adoptará normas internacionales que permitirán el ingreso de productos norteamericanos sin evaluaciones adicionales y habilitará vehículos fabricados bajo los estándares federales de EE.UU., así como dispositivos médicos y fármacos con certificación FDA. Se avanzará en un régimen de propiedad intelectual más alineado con estándares internacionales, con mayor control sobre productos falsificados y la revisión de cuestiones señaladas en el informe Special 301. En el plano agrícola, Argentina habilitó el ingreso de ganado en pie, se comprometió a abrir su mercado a la carne aviar en un año y facilitará trámites para productos cárnicos y lácteos.
El país también reforzará la protección laboral, con la prohibición de importar bienes producidos mediante trabajo forzoso, y adoptará compromisos ambientales vinculados a la tala ilegal, el uso eficiente de recursos y las obligaciones de la OMC sobre subsidios pesqueros. Ambos gobiernos coordinarán políticas en seguridad económica —controles a la exportación, inversiones y evasión de aranceles— y cooperarán en minerales críticos, además de trabajar para estabilizar el comercio mundial de soja. Argentina se comprometió a abordar distorsiones por subsidios y empresas estatales y a facilitar el comercio digital, con reconocimiento de EE.UU. como jurisdicción adecuada para transferencias de datos y sin discriminación hacia servicios digitales estadounidenses.
Según la Casa Blanca, ambos países trabajarán para concluir el texto final y activarlo conforme a los procedimientos internos, con una revisión permanente a través de los mecanismos bilaterales vigentes. Desde la representación estadounidense destacaron que el acuerdo crea condiciones para incrementar inversiones y abre nuevas oportunidades comerciales mediante la reducción de tarifas, el alineamiento de estándares y un compromiso compartido con un comercio más justo y recíproco.
