El panorama de los medicamentos para la obesidad está experimentando una transformación radical. La reciente movida estratégica del gigante farmacéutico Pfizer ha generado un terremoto en la industria, colocando a empresas como Viking Therapeutics en una posición de máxima presión. Los inversores se enfrentan a un escenario volátil, preguntándose si la historia de crecimiento de esta compañía biotecnológica está amenazada o si, por el contrario, la corrección en su cotización representa una oportunidad única de entrada.
El detonante de esta situación ha sido la adquisición de Metsera por parte de Pfizer, una operación que ha reconfigurado por completo el campo competitivo. La farmacéutica ha desembolsado aproximadamente 7.000 millones de dólares, cantidad que podría ascender hasta los 10.000 millones si se cumplen ciertos hitos futuros.
Claves del acuerdo:
* Fecha de cierre: La transacción se formalizó el 13 de noviembre.
* Objetivo estratégico: Pfizer obtiene acceso a una cartera de candidatos de última generación contra la obesidad.
* Amenaza directa: El compuesto MET-097i, próximo a entrar en Fase 3, compite directamente con VK2735 de Viking.
Para los accionistas de Viking, esta operación representa una señal de alerta. La valoración de mercado de Viking, que ronda los 4.100 millones de dólares, se ve ahora reevaluada bajo la sombra de este nuevo competidor fortificado.
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¿Estabilización o caída continua?
El pasado viernes se observó un tenue respiro para los alcistas. Las acciones de Viking Therapeutics cerraron en 36,81 dólares, registrando una subida del 2,3% durante la sesión. Sin embargo, este repunte menor no oculta la tendencia general: el valor cotiza actualmente un 33% por debajo de su máximo anual de 54,73 dólares.
La entrada de actores de tanto peso ha comprimido los múltiplos de valoración en todo el sector. La incógnita ahora reside en si los niveles actuales de soporte se mantendrán o si la presión competitiva ejercerá una mayor influencia bajista.
VK2735: La esperanza de Viking frente a los gigantes
La capacidad de resistencia de Viking Therapeutics depende fundamentalmente del desempeño clínico de su principal activo. La compañía necesita demostrar que VK2735, tanto en su formulación inyectable como oral, presenta un perfil de eficacia y seguridad sólido.
Los datos disponibles hasta la fecha son alentadores. Los estudios de Fase 2 mostraron una reducción de peso de hasta el 14,7% tras 13 semanas de tratamiento, con un aceptable perfil de tolerabilidad. Este aspecto de seguridad constituye el principal argumento de los inversores optimistas.
El camino que queda por delante es complejo. Para competir con la recién formada alianza Pfizer-Metsera y con líderes establecidos como Novo Nordisk y Eli Lilly, Viking no puede permitirse ningún error en su próximo programa de Fase 3. La compañía se encuentra en un punto de inflexión crítico, donde su valoración aún incorpora expectativas significativas sobre su pipeline, mientras que el margen para el éxito regulatorio y comercial se estrecha. Los próximos meses determinarán si Viking puede mantener su relevancia en un ecosistema dominado por colosos farmacéuticos.
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Origen: Viking Therapeutics: La jugada de Pfizer que sacude al sector de la pérdida de peso
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