UPyD denuncia falta de transparencia del modelo de patentes, que “no funciona”
Almudena Fernández / Madrid
viernes, 05 de diciembre de 2014 / 13:00
Aseguran que sofosbuvir tiene unos costes marginales de producción bajos y muy altos por tratamiento
Hay “falta de transparencia” en todo el modelo de patentes, según aseguró a GACETA MÉDICA Beatriz Becerra, eurodiputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), para añadir que las patentes deberían reflejar el dinero público invertido en el desarrollo de las mismas —ya que, en la práctica, el 85 por ciento de la investigación se financia con fondos públicos—, y los precios de los medicamentos “ajustarse a las necesidades de la salud pública y no sólo a las del mercado” por lo que, para ella, el modelo actual “no funciona”.
En esta línea, explicó que al existir un enlace directo entre la innovación médica y los precios de los medicamentos, las farmacéuticas “están incentivadas a obtener el monopolio de una patente y establecer precios desorbitados”. A su juicio, un buen ejemplo de ello es el fármaco sofosbuvir para tratar la hepatitis C, que tiene unos costes marginales de producción bajos y, sin embargo, se estipula que el coste por tratamiento es de 50.000 euros.
Precios prohibitivos
En esta línea, agregó que el fracaso del modelo no es sólo en la promoción de la innovación que necesitan los pacientes, sino que “ha contribuido a establecer precios prohibitivos en la mayor parte del mundo, incluidos muchos países europeos, como España”. Continuando con el caso de sofosbuvir, sólo el 0,6 por ciento de los pacientes españoles con hepatitis C recibirá el fármaco porque el gobierno español pagará 25.500 euros por cada tratamiento. Por ello, desde UPyD proponen “desasociar” el enlace entre innovación y los precios de los medicamentos, y que los investigadores sean “recompensados con dinero público por su investigación a cambio de comercializar estos fármacos como genéricos desde el primer día”.
Y es que al conceder las patentes a su propietario la explotación comercial de manera monopolística, que la pregunta es si este modelo cubre los dos aspectos que preocupan a gestores y ciudadanos: la innovación y las necesidades de salud pública.
Acceso universal
Desde esta formación política defienden también la existencia de un sistema que garantice el acceso universal a los medicamentos y, al mismo tiempo, otorgue a las empresas que investigan un beneficio por ello. “No hay duda sobre la legitimidad del lucro de las empresas, pero la vida y la muerte son cuestiones de interés general”, insistió Becerra.
En este sentido, la eurodiputada aseguró que hay propuestas concretas cuyo objetivo es intentar mantener la vocación inicial del sistema de patentes, solucionando los problemas adversos que crea el actual, como la sostenida por el Fondo Internacional para la Innovación, que plantea la posibilidad de crear un fondo sustancial y sostenible para financiar un acceso sin trabas a medicamentos indispensables.
En cuanto a las consecuencias de la crisis económica y de las políticas de austeridad, aseguró que a partir del año 2010 se observó un incremento de las dificultades de acceso a los medicamentos debido a las distintas políticas de austeridad, lo que implica un gran problema tanto a corto como a largo plazo.
Más ‘miedo a la vulnerabilidad’
Asimismo, citó como dato “alarmante” el proporcionado por el Institute for Global Health señalando el aumento del llamado ‘miedo a la vulnerabilidad’, que desde el comienzo de la crisis económica se ha incrementado en un 300 por cien, lo que supone que la idea de seguridad de las familias españolas está disminuyendo “de manera muy preocupante”.
En lo que respecta al acceso a la sanidad y la equidad, incidió en que desde el punto de vista europeo “el mandato está muy claro”, se requiere garantizar un alto nivel de protección de la salud, tal y como dicta el artículo 35 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Sin embargo, después son las administraciones de los distintos países miembro quienes deben garantizar el derecho al acceso a las medicinas y explorar todas las vías existentes para llegar a este objetivo, y “esto no está sucediendo”, denunció para añadir que la salud no es un lujo, es un derecho básico, y posibilitar el acceso a los medicamentos es una condición esencial para que ese derecho esté garantizado. La Unión Europea y sus estados miembro “están comprometidos” con el acceso universal y equitativo a la atención sanitaria, pero “millones de pacientes europeos sufren de la falta de accesibilidad a muchos medicamentos que pueden salvar vidas en toda Europa”, apostilló. Éste —insistió Beatriz Becerra— debería ser el punto de partida para que se replanteen los nuevos modelos de salud pública, la fijación de precios y la innovación médica.