Repensar un modelo de regulación para el cannabis medicinal en México
Pareciera tener más sentido que, de aprobarse una iniciativa de cannabis medicinal, se buscara implementar desde ahora un modelo que no sólo incorpore la regulación de la siembra, el cultivo, la cosecha y la producción del cannabis medicinal, sino que contemple la inclusión de organizaciones de la sociedad civil, universidades y centros de investigación nacionales. Un modelo similar al que se está comenzando a implementar en Chile, en donde se han aprobado ya dos plantaciones de cannabis en la municipalidad de La Florida en Santiago, la capital del país, para uso medicinal y académico.
El proyecto implementado en Chile es promovido por la municipalidad de La Florida y la Fundación Daya, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación y promoción de terapias alternativas para aliviar el dolor, y está avalado por la Universidad de Valparaíso y la Fundación Arturo López Pérez, que se especializa en tratamientos oncológicos. Este proceso no excluye la importación de cannabis medicinal, aunque esta alternativa ha probado ser costosa y, por lo tanto, poco sostenible para quienes lo necesitan.
En Chile aún no desarrollan una legislación que acompañe este esfuerzo, sin embargo, muestra una clara voluntad política de las autoridades chilenas; a partir de este proceso Chile no sólo ha comenzado a producir sus propios medicamentos a base de cannabis sino que podrá generar investigaciones valiosas en cuanto a sus usos medicinales y terapéuticos.
El Consejo Técnico para las Alternativas de Regulación del Senado de la República, creado en noviembre de este año[1], que se encargará de revisar las iniciativas presentadas hasta ahora para la regulación del cannabis, tiene una oportunidad para repensar un modelo integral de regulación del cannabis medicinal en México que priorice las necesidades de las y los pacientes, la producción local y la investigación nacional.
*Amaya Ordorika es investigadora de la @CMDPDH sobre política de drogas y derechos humanos.
[1] Este Consejo está integrado por senadores, representantes de la Academia Mexicana de Ciencias, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Comisión Nacional contra las Adicciones, el Instituto Nacional de Ciencias Penales, el Instituto Nacional de Estadísticas, Geografía e Informática , el Instituto Nacional de Salud Pública, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Organización de las Naciones Unidas, el Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Centro de Investigación y Docencia Económicas, el Colegio de México, entre otras personas.
Origen: Un modelo de regulación para el cannabis medicinal en México