Opinión

Psicosomática: El cuerpo al servicio de nuestras neurosis

elenaElena Berazaluce Pintado.-

Psicólogo Clínico Instituto ATEM.-

La Organización Mundial de la Salud desde 1948 no ha modificado su definición de salud, entendiéndola como el “estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades“.  Cada vez parece más patente lo indivisible entre lo biológico y lo psicológico, apreciar que el cuerpo está a menudo al servicio de las necesidades psíquicas y emocionales, lo que implica trabajar de la mano los distintos profesionales de la salud para intervenir sobre las dolencias y su prevención con mayor eficacia y comprensión de los síntomas.

A través del cuerpo representamos nuestra identidad, los mandatos sociales y familiares, el dolor, la enfermedad, la vida relacional, nuestras necesidades, anhelos y deseos. El cuerpo es un elemento central de la vida y todo se construye a través de él.  Podemos entender el cuerpo como un lienzo sobre el que imprimir nuestras vivencias, pero a su vez se convierte en un campo de batalla en cada desencuentro con la vida, las luchas personales, las pérdidas, el sufrimiento, el estrés percibido, los conflictos no resueltos, el miedo, la angustia, la herida traumática, la soledad o las dificultades vitales sentidas generan cambios en la homeostasis corporal, poniendo al organismo en un estado de alerta y de desregulación que si no es identificado y resuelto de forma consciente puede dirigirnos hacia la enfermedad.

En la clínica psicosomática podemos encontrar pacientes con cuadros caracterizados por la existencia de una lesión orgánica demostrada, otros con alteración en las pruebas funcionales, otros con síntomas con valor simbólico para el paciente, de origen desconocido y desencadenantes relacionados con estrés percibido o duelos mal elaborados.

Vivir al margen de nuestras necesidades emocionales implica colocar el cuerpo como lugar de descarga de la angustia. En todas las culturas encontramos el uso de síntomas y metáforas somáticas para comunicar el sufrimiento emocional, a falta de una toma de conciencia y verbalización de los conflictos psíquicos, el cuerpo puede expresar el malestar emocional en términos de síntomas somáticos.

Fatiga, taquicardia, enfermedad coronaria, úlcera, colon irritable, cefaleas, migrañas,  alopecia, dermatitis, trastornos del sueño, dolores, estreñimiento, impotencia, asma bronquial, hipertensión y un largo etcétera se constatan en la clínica psicosomática.

Los pacientes arrastran en ocasiones cuadros sintomáticos y malestar general (que no encajan claramente en una entidad nosológica) hasta la consulta del médico en busca de soluciones farmacológicas, hallazgos biológicos que lo justifiquen, sin embargo, la falta de tiempo para escuchar la funcionalidad de los síntomas, el pragmatismo para resolver con urgencia las molestias, la indiferencia hacia las circunstancias vitales del paciente, la falta de integración entre mente y cuerpo, entre otras variables, puede suponer el comienzo de un largo recorrido para el paciente de exploraciones médicas y visitas a distintos especialistas, corriendo el riesgo de alejarnos del simbolismo que los síntomas trataban de expresar y de cronificarse cuadros que no fueron comprendidos en su aparición.

Una Forma de vivir en la que el pensamiento funciona cómodamente al abrigo de los conflictos no percibidos, que ejercen su acción directamente sobre los aparatos fisiológicos.

En este tipo de pacientes, el cuerpo se convierte en el escenario donde representar sus dificultades en la vida.  El enfermar se produce en una secuencia de acontecimientos en la relación con el medio, sería pues una forma de adaptarse al medio, de hecho el síntoma cumple una función de cuidado para el paciente, aunque en la misma quede comprometida la actividad del mismo, por eso es importante identificar el significado del síntoma y su función.

El paciente requiere nuevas herramientas para procesar la realidad que haga innecesaria la enfermedad.

Origen: Psicosomática: El cuerpo al servicio de nuestras neurosis | Atem, Psicólogos Toledo

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