Vinculan en Estados Unidos a farmacéuticas en millonaria estafa con un fallido estudio
NUEVA YORK, noviembre 21: La justicia investiga a un grupo financiero que vendió acciones de los laboratorios Elan y Wyeth ocultando información sobre un ensayo sobre un medicamento contra el Alzheimer. Antes que se conocieran datos negativos del fármaco, vendieron acciones de las firmas, que luego se desplomaron.
Cada ensayo clínico es una oportunidad para mejorar la salud de miles de personas, sobre todo si busca mejorar el tratamiento de enfermedades muy difundidas. O Eso nos gustaría pensar. Lo cierto que el estudio de un nuevo medicamento es además (o sobre todo) una gran oportunidad económica, cuyo éxito o fracaso puede significar millones de dólares de ganancias o pérdidas. Por eso no extraña que detrás de los estudios haya quienes busquen asegurar los beneficios como sea. Esta semana, la justicia vinculó a dos laboratorios en una mega estafa con un grupo financiero, que vendió sus acciones ocultando información vital sobre un ensayo, que caminaba hacia el fracaso. La maniobra habría generado ganancias por unos 276 millones de dólares.
Desde hacía varios años, los laboratorios Elan y Wyeth -que pertenece al grupo Pfizer, el mayor productor de medicamentos del mundo -realizaban un prometedor ensayo del bapineuzumab, un tratamiento contra el Alzheimer. Al parecer, uno de sus integrantes se vinculó con un grupo inversor, que vendió acciones de las compañías por 700 millones de dólares. El problema surgió que el ensayo dio resultados negativos, y las acciones de las farmacéuticas se desplomaron. Al parecer, los implicados en la maniobra sabían esto y no ocultaron a los inversionistas, lo que cerró la estafa.
La filial del fondo especulativo SAC Capital es la más comprometida por la justicia de estados Unidos, ya que uno de sus asesores está acusado de haber creado el mecanismo que a través de esta información privilegiada generó beneficios ilícitos por 276 millones de dólares. “Las acusaciones reveladas hoy (martes) describen trampas de principio a fin” alrededor de acciones de dos laboratorios farmacéuticos, Elan y Wyeth, “de una amplitud que no tiene precedentes”, afirmó el fiscal federal de Manhattan, Preet Bharara, en un comunicado.
El fondo CR Intrinsic Investors, filial del fondo especulativo SAC Capital Advisors; un asesor financiero de este fondo, Mathew Martoma, de 38 años; otro consejero no identificado y un profesor de Neurología, Sidney Gilman, de 80 años, fueron denunciados por la Comisión de Operaciones Bursátiles (SEC) y por el Gobierno estadounidense. Gilman sería el encargado de filtrar la información del ensayo clínico, ya que estaba en el estudio.
La denuncia señala que operaciones bursátiles realizadas con informaciones confidenciales “negativas sobre ensayos clínicos para un tratamiento contra el mal de Alzheimer” antes de su difusión oficial el 29 de julio de 2008 permitieron generar beneficios ilícitos o evitar pérdidas bursátiles que totalizan 276 millones de dólares. Este medicamento en cuestión era concebido en conjunto por los laboratorios y presentaban un potencial económico enorme.
Según el diario The Wall Street Journal, que cita fuentes cercanas al caso, es el fundador del fondo SAC Capital, Steven Cohen, una estrella de Wall Street y ávido coleccionista de arte contemporáneo, quien es el consejero financiero no identificado. Los montos ubican este delito muy por encima del caso Galleon, hasta ahora la mayor defraudación de este tipo descubierta en Estados Unidos.
El fundador del fondo Galleon, Raj Rajaratnam, de 54 años, fue condenado el año pasado a una pena récord de 11 años de prisión por haber estructurado una red de informantes que arrojaron 72 millones de dólares en beneficios ilícitos en bolsa.
En la querella, las autoridades explican que Martoma, gestor de cartera en CR Intrinsic, ideó una estrategia con Sidney Gilman, profesor de Neurología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan. Gilman formaba parte de los equipos de supervisión de los ensayos clínicos del bapineuzumab, el medicamento contra el Alzeimher sobre el cual trabajaban los dos laboratorios.
Martoma y Gilman se habían conocido durante reuniones entre 2006 y 2008 organizadas por una firma de analistas. Con informaciones confidenciales provistas por Gilman, Martoma y la persona no identificada habrían podido vender unos 700 millones de dólares en posiciones de Wyeth y Elan antes de que las malas noticias sobre los ensayos clínicos hicieran caer las acciones de ambos grupos.
Los autores del fraude también habrían vendido a descubierto acciones de estos laboratorios, una práctica que consiste en apostar a la baja de una acción. Con estas maniobras, no solo evitaron pérdidas, sino que también obtuvieron beneficios. En total, vendieron alrededor de 1.000 millones de dólares de acciones de Elan y Wyeth en una semana.
Martoma habría recibido un bono de 9,3 millones de dólares a fines de 2008 gracias a los beneficios generados por estas operaciones, y Gilman habría recibido más de 100.000 dólares por la información confidencial, según las autoridades.