En conferencia Eduardo Samán denunció desviación de medicamentos a nivel de distribución
El profesor Eduardo Samán en una conferencia llamada “Los medicamentos y la estafa al pueblo” denunció la desviación de medicamentos a nivel de distribución. Dicha aseveración la hizo basado en el reporte de la segunda semana del mes de octubre del presente año, que pertenece al Sistema Integral de Control de Medicamentos (SICM) que lleva Farmapatria, al cual tuvo acceso.
La conferencia se efectuó el pasado viernes en la sede del Ministerio del Poder Popular Para la Comunicación e Información (MIPPCI) y fue organizada por La Escuela Latinoamericana de Imagen, Palabra y Sonido (ELIPS) en conjunto con la Fundación Premio Nacional de Periodismo (FPNP). En dicha conferencia Samán mostró un reporte que corresponde a la semana del 07 al 13 de octubre el cual revela que las 10 droguerías tradicionales sólo distribuían el 70% de los medicamentos de la red privada y el otro 30% estaba atomizado en 180 droguerías registradas y activas.
Samán catalogó como una “hemorragia” a los medicamentos que se desvían de los canales convencionales de comercialización, los cuales eran manejados por droguerías pertenecientes a las clínicas privadas y droguerías de maletín. Las primeras “secuestran” buena parte de los medicamentos para facturarlos en los servicios privados de salud a precios descontrolados y las segundas (de maletín) eran las fuentes del “bachaqueo“, presumió el profesor cuando argumentó la razón por la cual era una de las causas del déficit de medicamentos en las farmacias.
Por otra parte el reporte indicó que entre los laboratorios que habían movilizado más medicamentos esa semana se encontraba en primer lugar LETI S.A.V seguido por SM Pharma C.A y Klinos-Roemmers, como parte de una lista que mostraba como los 10 laboratorios mas activos habían movilizado cerca de 5 millones 200 mil unidades de medicamentos de los 6.740.437 unidades movidas por los 31 laboratorios que exhibieron actividad esa semana. El profesor Samán dijo al respecto que estos datos eran una demostración que las divisas que otorga el Estado para la producción de medicamentos estaba fluyendo y jocosamente sentenció que “medicamentos si hay”.
Otros aspectos interesantes que revela el reporte es el desbalance de la distribución, reflejado en la relación entre el número de unidades de medicamentos distribuidos y la población de cada estado de Venezuela, encontrándose que algunos estados reciben una cantidad pequeña respecto a su población y otros como Mérida, Táchira y Trujillo una porción desproporcionada en cuanto a sus habitantes, indicador del origen de la “fuga” de medicamentos, según argumentó el profesor.
El profesor Samán llamó la atención sobre el Programa de Medicamentos de Alto Costo que administra el Instituto Venezolano para los Seguros Sociales (IVSS), que denominó “el lomito“, en el cual se gastan alrededor de mil quinientos (1.500) millones de dólares anuales para atender cerca de setenta mil (70.000) personas mensuales según cifras extraídas de los documentos de Memoria y Cuenta consignados anualmente a la Asamblea Nacional por dicho ente.
El Programa de Alto Costo cubre los medicamentos para tratar las enfermedades como el cáncer, artritis, psoriasis, hemofilia y otras enfermedades consideradas raras o huérfanas, cuyos tratamientos son muy caros.
Según explica Samán, es necesario revisar las políticas públicas en cuanto a la detección precoz e inoportuna del cáncer, ya que está conduciendo a sobrediagnósticos y tratamientos innecesarios con antineoplásicos cuyo gasto representa el 40 % del monto del Programa. Así como la racionalización de la lista de medicamentos financiados para evitar la presencia de fármacos de dudosa eficacia y altos precios para aprovechar mejor los recursos del Programa que representan el 85 % del presupuesto que destina el IVSS para el gasto total en medicamentos, dejando para el resto de los medicamentos de consumo masivo sólo el 15%.
Entre otros puntos de la conferencia el profesor Samán responsabilizó a las grandes corporaciones de la industria farmacéutica de colocar en el mercado medicamentos que su estructura es muy similar a otros ya conocidos, estos solo tienen pequeñas variaciones farmacológicas, de la cual el monopolio farmacéutico los venden a precios mayores de los ya preexistentes, de esta forma no arriesgan demasiado y amplían el tiempo de las patentes.
Conjuntamente el monopolio farmacéutico realiza una segmentación de precios de los medicamentos por país, ya que venden el mismo fármaco a un precio diferente a cada país, de acuerdo a lo que pueden pagar su población y concluye que “todo es cuestión de marketing”.