Cuba: Un mundo entre elixires, ungüentos y pócimas

Texto: ROXANA RODRÍGUEZ TAMAY
Fotos: LEYVA BENÍTEZ
Una joya de la Atenas de Cuba es, sin duda, el Museo Farmacéutico de Matanzas, el único en el mundo que se conserva íntegro. Quien lo visita por primera vez no puede disimular la fascinación de ver tan cerca las piezas excepcionales que atesora.

Conocido también como la botica francesa, fue fundado en 1882 por los doctores Ernesto Triolet y Juan Fermín de Figueroa, farmacéuticos, uno francés y otro cubano, respectivamente. Ofreció servicios al público hasta el 16 de enero de 1964 y, tras acondicionar sus espacios, volvió a abrir el 1° de mayo del mismo año convertido en el primer Museo Farmacéutico de América Latina. Por la riqueza de sus acervos, en 2007 se le reconoció como Monumento Nacional y, un año después, recibió el Premio Nacional de Conservación. En la actualidad la farmacia está propuesta para ser declarada Patrimonio de la Humanidad, por la Unesco.
Para orgullo de los antillanos, en esta droguería todo se halla perfectamente preservado, como si sus moradores acabaran de salir por un refrigerio, gracias al esfuerzo sostenido de un equipo de profesionales de alto nivel bajo la batuta de Marcia Brito Hernández, la directora de la instalación desde 1982.

Algunos de los encantos que seducen a los visitantes son el inmenso vaso –una moda en las farmacias de la época– con las imágenes de Triolet y de la hija de Figueroa, la doctora María Dolores de Figueroa, primera mujer farmacéutica de Cuba, y esposa del boticario galo en segundas nupcias; la colección de Etiquetas; más de 500 000 piezas; el equipamiento completo del laboratorio y otros espacios importantes en la instalación; la amplia variedad de ingredientes y compuestos derivados de la flora y la fauna cubanas; los hermosos albarelos de porcelana francesa y otros ornamentos de las artes decorativas del siglo XIX.
- En el otrora área de despacho se exponen elaboraciones originales que mantienen hasta hoy su principio activo. Los mostradores y los estantes fueron realizados con maderas de los bosques de Cuba, y las columnas talladas sobre troncos de cedro.
- Registro cronológico único con más de 325 000 prescripciones escritas en los Libros de Asentamientos, inscritas desde su fundación hasta poco después de ser nacionalizada la farmacia a finales de 1963.
- La comunidad científica universal aún tiene mucho que agradecer a la familia Triolet-Figueroa, cuyos descendientes se mantienen vinculados a las ciencias médico–farmacéuticas cubanas.
- Por más de 30 años Marcia Brito Hernández, la directora, y un equipo especializado de profesionales, ha velado por cada palmo de esta institución.
- Del laboratorio salieron los 11 productos patentados por el doctor Triolet que presentara en la Exposición Universal de París en 1900 y ganara la medalla de bronce, también expuesta en el museo.
- Más de 45 000 personas visitan este museo anualmente.
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