Y algo parecido está pasando con las vacunas, por ejemplo la de la Meningitis, que no es obligatoria pero los médicos recomiendan su vacunación a los menores, y los padres atendiendo a esta recomendación se están gastan los 300 euros que cobran cuando el coste de la misma esta en torno a 5 Euros. Y un largo etc.

El problema de fondo está en el papel de sumisión que han y están jugado los diferentes gobiernos ante estas grandes multinacionales, al haber desarrollado una legislación que permite le permite a las empresas contar con un sistema de patentes sin control, convirtiéndose así en auténticos oligopolios, que imponen, sin competencia alguna, el preció que quieren a los usuarios.

Si de inmediato no se adoptan medidas que ponga coto a todo ello, la sanidad pública está en peligro y con ello la salud de los ciudadanos.

Por ello es necesario levantar la voz, hacerse oír, organizarse e intentar combatir esta realidad para cambiarla ya que en ello nos va la vida.