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Onudi-Cuba: Desarrollo de una estrategia sustentable y sostenible

Desde la creación en 1966 de esta agencia internacional, Cuba participa como miembro fundador y ha creado alianzas que han movilizado unos 31 millones de dólares para el desarrollo de cooperación e inversión

Un intercambio fructífero y con expectativas a mantenerse por mucho tiempo, se desarrolla entre Cuba y la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Onudi), con el propósito de construir en la Isla caribeña una infraestructura económica sostenible y sustentable.

Desde la creación en 1966 de esta agencia internacional, la Mayor de las Antillas participa como miembro fundador y ha creado alianzas, basadas en 180 proyectos de asistencia técnica, que han movilizado unos 31 millones de dólares para el desarrollo de cooperación e inversión.

El gobierno cubano apoyó a este organismo con la promoción de conocimientos científicos y de innovación tecnológica para consolidar programas de asociación con numerosos países, principalmente en aquellos con economías emergentes y subdesarrollados.

En una primera etapa, la Onudi contribuyó con las producciones cubanas de la industria química, incluyendo los productos farmacéuticos, el papel y el vidrio, así como con los sectores metalúrgico y minero, específicamente en productos mecánicos, control de la calidad, normas y metrología, diseño industrial y mantenimiento.

Para los años 90, la asistencia técnica estuvo orientada al sector de la ingeniería genética y la biotecnología, los sistemas de gestión de la calidad, la eficiencia energética y las fuentes renovables de energía, la sostenibilidad ambiental y el uso eficiente de los recursos.

En noviembre del 2014, Onudi y Cuba acordaron firmar el Marco Programático de País para la etapa 2016-2020 con el propósito de fortalecer las sinergias y minimizar la duplicación de esfuerzos, colaborando con socios de la cooperación para el desarrollo de instituciones y otros actores estatales y no estatales.

Para tales efectos se estimó un presupuesto de 50 millones de euros, concedidos por la Federación de Rusia y la República Popular Democrática de Corea que sustentará tres programas: De actualización tecnológica y empresarial en el sector de producción de agroquímicos y maquinarias agrícolas; Fortalecimiento de la competitividad, desempeño organizacional y capacidad de exportación de la industria musical cubana; y Apoyo al gobierno de Cuba para el desarrollo de la estrategia industrial y la política asociada.

Acerca del tema, Granma Internacional conversó con Andrei Metrafanov, Primer Consejero de la embajada de Rusia en La Habana quien aseguró que las relaciones bilaterales entre los dos países viven su mejor momento, basado en un intercambio fructífero, que sobrepasa la barrera del tiempo.

«Con la Onudi desarrollamos contactos muy fructíferos y eficaces. Tenemos un proyecto conjunto en la provincia de Camagüey, específicamente en la planta de fertilizantes de Nuevitas. Trabajamos en la modernización con la introducción de tecnologías para fabricar fertilizantes líquidos con mejores propiedades para utilizarlos en la agricultura», afirmó el diplomático.

Al respecto, Farrukhbek Alimdjanov, Director del Proyecto Onudi para Cuba refirió que el suministro de alimentos a la población y para abastecer la industria turística, se necesita aprovechar las capacidades productivas en su totalidad y la isla caribeña tiene un gran potencial para crear insumos agrícolas, fertilizantes y maquinarias agrícolas propias.

«La gran fortaleza de este país está dada en la capacidad de investigación y en el desarrollo de sus recursos humanos, por cuanto introducir cambios tecnológicos resulta factible. Hoy trabajamos en la planta de Camagüey de manera intensa para mejorar la producción de nitrato de calcio líquido», aseguró el funcionario.

Con él coincidió Dagoberto Rodríguez Lozano, Jefe del Departamento de Suelos y fertilizantes del Ministerio de la Agricultura, quien aseguró que el desarrollo necesitado para la producción de alimentos, lleva consigo cambios en las matrices de riego hacia sistemas más eficientes con posibilidades de acceder al uso de fertilizantes más económicos. Los líquidos han sido eficaces para la nutrición de los cultivos y la conservación de los suelos.

«En la década de los 80 llegamos a consumir alrededor de un millón de toneladas anuales de fertilizantes, luego hubo una disminución drástica producto de la crisis económica suscitada en los años 90. Hoy el consumo de fertilizantes crece en función del programa de desarrollo arrocero, el de granos, tabaco y viandas, principalmente la papa. Todos esos cultivos exigen un nivel de nutrición alto para obtener mejores rendimientos productivos. Nunca el crecimiento será con la visión de agredir los suelos y al medio ambiente, los acompañamos con el uso de los biofertilizantes y los bioestimulantes, para utilizar el mínimo de químicos e ir sustituyéndolos con estrategias de fertilización más amigable con el entorno natural», explicó el directivo.

Rodríguez Lozano agregó que Estados Unidos, Europa y otros países desarrollados han apostado a los abonos líquidos porque las mezclas permiten mayor flexibilidad en las formulaciones de acuerdo a la diversidad de cultivos, la variabilidad de suelos y la especificidad del clima. «Hoy realizamos el estudio en el costo-beneficio para introducir esta nueva tecnología», indicó.

Por su parte, Elismary Rodríguez Rivero, Directora General de la Empresa de Fertilizantes y Plaguicidas, de Nuevitas en Camagüey reconoció que desde hace dos años despliegan un programa conjunto con la Onudi, encaminado a rescatar y ampliar la capacidad de producción que hoy tiene esa instalación.
«Hoy producimos el nitrato de calcio y queremos lograr un producto con calidad, siguiendo los estándares internacionales. La modernización de la planta está pensada para introducir nutrientes como el magnesio y potasio a los fertilizantes líquidos para garantizar la sostenibilidad agrícola del país», opinó la también licenciada en Ciencias Farmacéuticas e Ingeniería Química.

La inversión recae en introducir equipos novedosos y en dejar en funcionamiento los que aún sirven. Deben introducir un filtro de prensa para medir la cantidad de partículas en los líquidos producidos. No se ampliarán las áreas y el mantenimiento constructivo es poco, sin daños estructurales a la instalación.

Todo ello refleja un compromiso de la Onudi en avalar y hacer cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la implementación de la Agenda 2030 en Cuba, donde se reconoce a la industria y la industrialización como los principales motores del crecimiento económico sostenido.

OTROS DATOS

Objetivos del Marco Programático de País, Cuba- Onudi
1. Incrementar la competitividad industrial
2. Alcanzar una prosperidad compartida en beneficio de todas las partes interesadas
3. Priorizar el desarrollo de iniciativas empresariales
4. Apoyar nuevos modelos de gestión de negocios
5. Incremental la participación de mujeres y jóvenes en la toma de decisiones
6. Potenciar la innovación, el intercambio de conocimientos, la transferencia de tecnologías y la promoción de inversiones

Prioridades estratégicas de la Onudi
Creación de prosperidad compartida
Fomento de la competitividad
Protección al medio ambiente
Fortalecimiento de los conocimientos y las instituciones

Origen: Onudi-Cuba: Desarrollo de una estrategia sustentable y sostenible › Cuba › Granma – Órgano oficial del PCC

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