Las organizaciones criminales y las grandes farmacéuticas

Las grandes organizaciones criminales europeas tienen como principal vía de financiación el tráfico de hachís. Con años de experiencia en el negocio, tanto británicos como holandeses, magrebíes, españoles, serbios, croatas, búlgaros, turcos y albaneses tienen claro que la caída de un cargamento de cannabis supone menos pérdidas económicas, y que la detención por ese motivo se traduce en penas de prisión de lo más livianas, al ser considerada (de forma del todo equivocada) una droga que no causa un grave daño a la salud en el ordenamiento jurídico de la mayoría de países.
Si bien aquí se ha dicho que históricamente quienes se dedicaban a la heroína solo traficaban con ella, lo cierto es que ese escenario ha cambiado. Los grandes grupos que transportan hachís, heroína y cocaína a través del continente han establecido conexiones en la Costa del Sol española (por su cercanía con Marruecos, principal productor de hachís, y por su buena situación en el Mediterráneo), en Holanda (por los motivos ya citados aquí en relación con las facilidades para traficar en ese país), en Turquía (donde siguen estando los dueños de la heroína), en África y en Sudamérica.
Un panorama así de globalizado permite que los narcotraficantes puedan mover toda clase de mercancía ilícita de un punto a otro en función de sus necesidades, que en 2020 les llevan a apostar por todas las sustancias. A la ya conocida sobreproducción de adormidera en Afganistán se ha unido una situación casi idéntica con la hoja de coca en Colombia y con el cannabis en el norte de África. Además, en otros enclaves que carecen de materia prima se producen desde hace años las drogas de diseño (Holanda, distintos puntos de Asia y, últimamente, también Turquía). Por último, el opioide sintético que se ha convertido en el gran enemigo del futuro, el fentanilo, proviene de las grandes farmacéuticas, pero ahora también se elabora ilegalmente en laboratorios clandestinos ubicados en China, India y México.
—-
(*) Periodista del Diario de Pontevedra. Autor también de ‘NARCOGALLEGOS. Tras los pasos de Sito Miñanco’. Los dos publicados por Los Libros de la Catarata.
Origen: Las organizaciones criminales y las grandes farmacéuticas