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Laboratorios argentinos enfrentan tensiones por aranceles y guerra de patentes 

La industria farmacéutica argentina atraviesa un momento de gran incertidumbre debido a la combinación de factores externos que afectan su estabilidad y proyección a futuro. Las políticas arancelarias impulsadas por el gobierno de Estados Unidos bajo la consigna de America First, sumadas a las crecientes presiones internacionales por el reconocimiento de patentes, han colocado al sector en una situación de vulnerabilidad. Aunque, por ahora, los precios internos de los medicamentos muestran cierta estabilidad, el panorama hacia adelante plantea desafíos que podrían impactar tanto en la producción local como en el acceso de los pacientes a los tratamientos.

El efecto de los aranceles en la industria farmacéutica

La Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA) advirtió recientemente que las medidas de Estados Unidos respecto a los aranceles amenazan con encarecer de manera significativa los insumos que Argentina necesita para la producción de medicamentos. La advertencia no se centra tanto en las exportaciones —que representan una porción menor del negocio— sino en la dependencia que tienen los laboratorios nacionales de materias primas y componentes importados.

De concretarse aranceles de hasta un 250% sobre los fármacos y los insumos relacionados, el impacto podría ser inmediato: mayores costos de producción, retrasos en la entrega de materias primas y, en última instancia, presión sobre los precios internos. CILFA explicó que este escenario generaría un encarecimiento de los suministros esenciales y un período de transición hasta que se normalice la cadena de abastecimiento, algo que podría repercutir en la disponibilidad de medicamentos en el mercado argentino.

En el contexto de una economía que ya enfrenta desequilibrios cambiarios e inflación persistente, un shock de este tipo tendría consecuencias directas en el sistema de salud y en el bolsillo de los consumidores.

Precios de medicamentos: estabilidad en medio de la tormenta

A pesar del panorama internacional adverso, los laboratorios argentinos han logrado mantener los precios de los medicamentos en niveles relativamente controlados. Según datos difundidos por CILFA, en 16 de los últimos 19 meses —desde enero de 2024 hasta julio de 2025— los precios de los fármacos crecieron por debajo de la inflación general. En total, se acumula una diferencia de 43 puntos porcentuales por debajo del índice de precios al consumidor.

Este dato no es menor: en un país donde la inflación erosiona de manera constante el poder adquisitivo, los medicamentos han sido uno de los pocos rubros que no han acompañado la espiral inflacionaria. Sin embargo, mantener esta tendencia se torna cada vez más difícil si las tensiones comerciales internacionales se traducen en mayores costos para los laboratorios.

El desafío radica en sostener la accesibilidad a los tratamientos sin comprometer la sustentabilidad de las empresas del sector. Si los aranceles estadounidenses se materializan y afectan la importación de insumos clave, el equilibrio alcanzado podría romperse rápidamente.

Guerra de patentes: una presión adicional

A la cuestión arancelaria se suma un conflicto de fondo aún más complejo: la guerra de patentes en el sector farmacéutico. El gobierno de Estados Unidos ha intensificado sus reclamos hacia Argentina, exigiendo mayor protección a la propiedad intelectual en esta industria.

Héctor Daer, secretario general de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina y dirigente de la Confederación General del Trabajo (CGT), señaló que detrás de las amenazas de corte de suministros está la presión por las patentes. “El gobierno estadounidense está pidiendo a la Argentina una mayor protección para la propiedad intelectual en el sector farmacéutico”, advirtió.

Estados Unidos considera que la legislación argentina presenta barreras excesivas para el registro de nuevas patentes, lo que impide a las compañías internacionales proteger de manera adecuada sus desarrollos en el país. Según un informe de la Oficina de Comercio de Estados Unidos, las directrices locales limitan de forma amplia la elegibilidad de ciertas categorías de invenciones farmacéuticas, rechazando automáticamente solicitudes que serían patentables en otras jurisdicciones.

Este reclamo no es nuevo: todos los años, Washington elabora un listado de países que, a su entender, no cumplen con estándares adecuados de propiedad intelectual. Argentina aparece de manera recurrente en ese listado, pero en 2025 la presión se intensificó con la inclusión de nuevas quejas relacionadas con el registro de medicamentos.

Impacto en la producción y en el acceso a medicamentos

El problema de fondo es que una mayor protección de patentes podría beneficiar a las grandes multinacionales, pero al mismo tiempo encarecer los costos para los sistemas de salud locales. Los laboratorios nacionales suelen producir versiones genéricas de medicamentos esenciales, lo que permite abaratar precios y garantizar acceso. Si las reglas del juego cambian y se restringe la posibilidad de producir genéricos, los pacientes podrían ver limitado su acceso a tratamientos por un aumento significativo de los precios.

Por otro lado, si las tensiones comerciales y de propiedad intelectual derivan en cortes de suministros, la producción local también podría resentirse. Insumos como principios activos, excipientes o tecnología de laboratorio son importados y no siempre pueden reemplazarse fácilmente con producción nacional. Esto deja a la industria argentina en una situación de dependencia frente a las decisiones que se toman fuera de sus fronteras.

La política internacional como condicionante

La situación actual refleja cómo la política internacional condiciona a sectores clave de la economía argentina. La política de America First no solo afecta a rubros industriales tradicionales como el acero o el aluminio, sino también a la industria farmacéutica, con repercusiones directas en la salud de millones de personas.

Mientras tanto, el gobierno argentino se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar las exigencias internacionales con la necesidad de preservar la soberanía en materia de salud pública. Ceder a las presiones sobre patentes podría comprometer la accesibilidad de los medicamentos, pero desatender el reclamo podría generar sanciones o mayores trabas comerciales.

Este dilema no es exclusivo de Argentina: muchos países en desarrollo enfrentan tensiones similares al intentar proteger a su población y, al mismo tiempo, integrarse en un comercio internacional dominado por grandes potencias.

De cara al futuro, existen varios escenarios posibles:

Escenario de confrontación: si Argentina mantiene su postura actual sobre patentes y Estados Unidos avanza con aranceles altos, la industria farmacéutica local podría sufrir un fuerte encarecimiento de insumos y potencial desabastecimiento en el corto plazo.

Escenario de negociación: el gobierno argentino podría buscar acuerdos parciales con Estados Unidos, flexibilizando algunos aspectos de la legislación de propiedad intelectual a cambio de alivios arancelarios.

Escenario de adaptación: los laboratorios argentinos podrían apostar por la sustitución de importaciones y el fortalecimiento de la producción local de insumos, aunque este camino requiere inversiones de largo plazo y apoyo estatal.

En cualquier caso, el rol del Estado será clave para definir una estrategia que permita mitigar los riesgos y garantizar el acceso de la población a medicamentos seguros y accesibles.

La industria farmacéutica argentina está atrapada en una encrucijada marcada por factores externos: aranceles amenazantes desde Estados Unidos y crecientes presiones en la disputa por las patentes. Si bien el sector logró contener los precios en medio de un escenario inflacionario, la continuidad de esta tendencia dependerá de cómo evolucione el tablero internacional.

Lo que está en juego no es solo la estabilidad de los laboratorios locales, sino también la posibilidad de que millones de argentinos sigan accediendo a tratamientos esenciales. La política comercial y la propiedad intelectual, en este caso, se convierten en variables determinantes para la salud pública y el desarrollo económico del país.


Origen: Laboratorios argentinos enfrentan tensiones por aranceles y guerra de patentes – AmericaMalls & Retail

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