5 cosas que jamás pensé ver en una farmacia

scientiablog.com.- Siempre he considerado la profesión de farmacéutico como una de las más importantes en la sociedad. Su labor es fundamental y las farmacias son, para muchos ciudadanos, el primer lugar al que acudir cuando tienen un problema de salud. Sin embargo en los últimos tiempos he observado como muchas farmacias (que no todas) están apostando por una serie de productos que no me gustan nada y que no solo no han demostrado eficacia alguna sino que, en algunas ocasiones, pueden enviar un mensaje erróneo al ciudadano o incluso poner en riesgo su salud.

En el post de hoy les voy a mostrar algunos de esos productos que, aunque supongo que serán legales, me cabrea enormemente ver en una farmacia

1. Vacuna homeopática contra la gripe.

¿Esto qué es? ¿A qué estamos jugando? ¿Una vacuna homeopática? Siempre he dicho que lo mejor que te puede pasar con la homeopatía es que te estafe… y lo peor que, además de estafarte, te produzca un problema de salud. Pues bien, existen muchas personas que, por ser grupos de riesgo, necesitan vacunarse de la gripe ¿Se imaginan lo que puede pasar si esas personas ven “esto” en una farmacia, lo toman, y creyéndose que están vacunados dejan de vacunarse? Manda huevos…

Si quieren saber más acerca de esta “vacuna” lean este post del especialista Ignacio López Goñi en su fenomenal blog MicroBIO del cual obtuve la siguiente fotografía. Les adelanto que Oscilogrip NO es una vacuna y NO hay ningún dato científico que avale la afirmación de que prevenga la gripe porque en realidad… es agua con azúcar.

2. Genocosmética.

Lo de las propiedades de los productos cosméticos se nos ha ido de las manos. A pesar de que el “Reglamento (UE) no 655/2013 por el que se establecen los criterios comunes a los que deben responder las reivindicaciones relativas a los productos cosméticos” deja bien claro que las propiedades atribuidas a los productos de belleza deben estar científicamente probadas, lo que nos encontramos en las superficies comerciales es surrealista. Lo que me cabrea es que las farmacias den pábulo a estos disparates y los publiciten hasta en sus escaparates.

A ver. ¿Qué es eso de la genoscosmética que se anuncia en las farmacias? Parece ser que se trata de una “cosmética especial que actúa directamente en los genes llegando al corazón de la célula”… con un par. Querido farmacéutico, ¿en qué artículo científico ha leído usted que al aplicarnos un ungüento nuestros genes o el ADN se modifiquen? Pero voy más allá. ¿Alguien puede explicarme por qué existe ese rechazo brutal a los alimentos modificados genéticamente pero somos capaces de gastarnos una fortuna en cremas que dicen alterar nuestros genes? No entiendo nada…

3. Patatas fritas no transgénicas.

Gracias a Fernando Frías tuve acceso a esta sorprendente imagen. Se trata de una farmacia donde se venden patatas fritas. Sí, patatas fritas. Pero no se crean que son patatas fritas normales. Agárrense que vienen curvas. Las patatas San Nicasio se elaboran a fuego lento con patata española no transgénica, Sal Rosa del Himalaya y el mejor aceite de oliva virgen extra.

Cuatro cosas me inquietan de estas patatas. La primera es que no entiendo muy bien lo de la nacionalidad de la patata. ¿Es importante que sean españolas unas patatas destinadas a ser fritas? ¿De alguna región en concreto? El segundo factor que me desconcierta es que usen el término “no transgénicas” como forma de atraer al consumidor. ¿Pero no habíamos quedado con la genocosmética que actuar con los genes mola? La tercera es que publiciten a bombo y platillo que las patatas se elaboren con Sal del Himalaya. ¿Eso es bueno? ¿Por qué? ¿Qué aporta la sal del Himalaya que no aporte una sal normal de mis queridas Salinas de San Pedro del Pinatar? Pero lo que más me inquieta de estas patatas fritas es… ¿qué narices hacen en una farmacia?

4. Leche infantil 0% tóxica.

Cuando ya se me estaba pasando el cabreo me encuentro con esto que me manda Arkaitz Lóciga desde Pamplona y me vuelvo a encabronar. Se trata de una farmacia donde venden a bombo y platillo una leche infantil “más saludable” y 0% tóxica… con un par.

Veamos. ¿Cuál es el mensaje subliminal que recibe la persona que se acerca a esa farmacia a comprar leche para su bebé? En mi opinión está más claro que el agua: “el resto de leches no son 0% tóxicas… usted sabrá lo que compra”. Estimado farmacéutico, ¿se le ha ido la cabeza? ¿de verdad hace falta llegar a estos extremos para vender más? Claro que una persona con muy mala “leche” podría pensar que esta publicidad tan agresiva puede tener algo que ver con que esta marca venda productos infantiles ecológicos al DOBLE de precio que sus homólogos convencionales. ¿O no?

5. Complementos alimenticios para no engordar.

Lo de los complementos alimenticios es la risa. La estrategia del asterisco campa a sus anchas en las farmacias… y si no que se lo pregunten al rey de las farmacias, el famoso Triptomax, donde el triptófano no ha demostrado eficacia alguna tal y como les conté aquí. Pero dentro de los complementos hay unos que me preocupan enormemente: los destinados a adelgazar.

Como todos ustedes saben España ocupa uno de los primeros lugares en el mundo en la triste clasificación de la obesidad, tanto adulta como infantil. Pues bien, en las farmacias no solo se venden gran cantidad de complementos alimenticios que prometen que ayudar a bajar peso sino que en sus escaparates se puede leer que gracias a algunos de ellos “la gula ya no es pecado”. Hale, alegría…

Lo más curioso es que se investigas un poco en la composición de estos complementos, tal y como un servidor hizo en este post, te encuentras la sorpresa de que ni uno solo de los ingredientes de estos complementos ha demostrado ayudar a perder peso… sino más bien lo contrario. Existen informes oficiales que dejan bien claro que, en contra de lo que se puede leer en el escaparate de la farmacia de la imagen, el consumo de dichos ingredientes no está relacionado con la pérdida de peso ni nada parecido. Lo de los complementos alimenticios que se venden en farmacias es un verdadero escándalo. Y si no lean este post sobre la vitamina C.

Estimados farmacéuticos, las farmacias constituyen uno de los lugares más respetados por la sociedad. No consientan que esto cambie. No vale escudarse en que todos los productos que venden son legales, en que la AEMPS los permite o que los médicos prescriben algunos. Tampoco en que si no los venden seguro que en otra farmacia lo harán. Ustedes no son meros dependientes. Son profesionales que han estudiado muchos años de carrera y saben lo que se esconde detrás de estos productos. Además, se supone que saben perfectamente la reglamentación que hay detrás de cada uno de ellos y las estrategias que emplean las marcas comerciales para bordear la ley.

Por favor, no atemoricen a la población con mensajes quimiofóbicos o anti-biotecnología, no vendan cosas que saben que no sirven para nada, no confundan a la población, y, ni mucho menos, pongan en peligro la salud de ningún ciudadano. En este post les he mostrado que hay farmacias donde lo hacen y les aseguro que no son ejemplos aislados. Respeten su profesión y denuncien a los que no lo hacen… todos saldremos ganando.