Sector financiero y farmacéuticas, los grandes lobbies del TTIP.

Servicios financieros, farmacéuticas, industria tecnológica y del autómovil. En estos tres sectores, debido al elevado número de reuniones, pueden resumirse las más de 600 citas que la Dirección General de Comercio, que negocia el TTIP con Estados Unidos, ha mantenido con empresas o grupos de presión en los últimos tres años. Por el contrario, el peso que han recibido las organizaciones no gubernamentales o los sindicatos de trabajadores ha sido menor en estos encuentros oficiales.

Eso se desprende del análisis de los datos realizado por este diario, tras una petición de acceso a la información presentada a la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea para conocer el detalle de las reuniones que la UE ha mantenido con empresas, lobbies y otros actores durante las negociaciones. La respuesta de la Comisión, pospuesta hasta en dos ocasiones sobre el plazo límite, es un listado con los diferentes encuentros que los negociadores europeos del TTIP han mantenido entre abril de 2013, inicio de las negociaciones, y diciembre de 2015. En la respuesta aducen que no se incluyen los encuentros de 2016 ya que eso conllevaría crear un nuevo documento, a lo que no están obligados según la regulación actual europea.

Unos datos que muestran ciertos desequilibrios entre los diferentes sectores y actores involucrados en la negociación que han provocado que la aprobación final del tratado de comercio con Estados Unidos penda de un hilo. Para encauzar la situación la Comisaria de Comercio, Cecilia Mälstrom, mantuvo una reunión informal con los 27 Estados miembro (ante la ausencia de Reino Unido) el pasado viernes en Bratislava para tratar la negociación del TTIP. La UE necesita el respaldo de todos los países, pero también la opinión de otros sectores como demuestran las reuniones mantenidas desde 2013.

Las compañías de negocios, servicios financieros y comerciales son las que más reuniones han mantenido con la Dirección General de Comercio de la UE. En asi un centenar de las reuniones de los tres últimos años se ha hablado de asuntos ecónomicos puros y duros. Destaca el interés del banco británico HSBC que ha mantenido hasta tres encuentros, uno cada año, con los representantes europeos en la negociación del TTIP. También están presentes otros bancos como Lloyd’s, Goldman Sachs, así como diversos encuentros con la Cámara de Comercio estadounidense.

La industria farmacéutica y la médica-tecnológica también han sido unos interlocutores destacados durante este período. Del análisis de los datos se desprende que la UE ha recibido a representas de la industria hasta en medio centenar de ocasiones. Los actores que más veces han compartido mesa con las instituciones europeas son la Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (EFPIA) y la Asociación Europea de Medicinas Genéricas (EGA).

La Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), que integra a quince marcas de coches, furgonetas, camiones y autobuses del continente, ha sido el actor más activo del sector automovilístico. La Dirección de Comercio se ha visto con ACEA hasta en once ocasiones. Otras marcas no europeas como Ford y Toyota también han querido escuchar una vez la postura de la UE durante la negociación del TTIP.

Los sindicatos y las asociaciones de los trabajadores, aunque en menor medida, también han tenido la oportunidad de conocer la visión europea sobre el TTIP y discutir los puntos más tirantes de la negociación. En la mayoría de las ocasiones, los acercamientos se han dado con la Organización de Consumidores europeos (BEUC) y la Confederación de Sindicatos Europeos (ETUC).

Tan sólo tres reuniones ha mantenido la Dirección de Comercio europea con ONGs, dos de ellas con Transparencia Internacional y otra en Alemania con varias organizaciones sociales como Rotes Kreuz, AWO, Caritas, Diakonie. A tenor de los datos, son uno los actores más infrarrepresentados en las sesiones informativas a puerta cerrada con la UE.

Los datos también muestran el interés que ha despertado el TTIP en el país germano. La mayoría de las visitas y actos establecidos en la agencia de la Dirección de Comercio se han producido con representantes de administraciones locales, regionales o nacionales del Gobierno alemán. Del lado español, destaca el encuentro que los representantes europeos mantuvieron con el Gobierno de Canarias en abril de 2015, el único con un administración española durante el período.

El sector agrícola, ganadero y de producción alimenticia es uno de los que más han levantado la voz durante la negociación. En especial, por las preocupaciones de los pequeños agricultores y tenedores de tierra que podrían verse perjudicados en caso de que el acuerdo final les dejase en una posición de desventaja frente a las grandes multinacionales.

Preferencia europea

Aunque la Dirección General de Comercio de la UE también ha mantenido encuentros con empresas y cámaras de comercio estadounideneses, la mayoría de las reuniones han tratado de saciar los intereses informativos de compañías y organizaciones establecidas en Europa. Entre las empresas americanas más relevantes que se han reunido con la Dirección General de Comercio europeao destacan Ford o Walmart.

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Según el análisis de los datos, los grupos de presión contrarios a la aprobación del TTIP, tienen menos relevancia, comparado con el sector empresarial y lobístico europeo. Bien es cierto que tanto sindicatos como organizaciones no gubernamentales están representados en el grupo de consejeros que asesoran a la Comisión negociadora en Europa. ¿Está entonces el espectro bien cubierto? ¿Es un cuestión de ausencia de espacio para opositores al TTIP en el seno de la UE? ¿O ambas posturas están tan confrontadas que no hacen ningún esfuerzo por encontrarse?

El negociador jefe europeo del TTIP, Ignacio García Bercero, promueve “una política de puertas abiertas”. Preguntado, en una entrevista con este diario, sobre si considera que los sindicatos o los grupos antiTTIP están infrarrepresentados en estos encuentros, García Bercero recuerda que “los sindicatos están representados en mi grupo de consejeros”.

Además, el negociador español afirma que “cualquier organización que tenga un interés legítimo y quiera discutir los temas con nosotros, puede visitarme a mí, puede visitar a mi equipo de negociación y estamos dispuestos a discutir con ellos”. Subraya también que no cierra las puertas a nadie: “Jamás me he negado a tener reuniones con los sindicatos. Al contrario, siempre que voy a un Estado miembro intento reunirme con las organizaciones sindicales. Siempre he estado dispuesto a discutir con cualquier grupo que tenga una posición sobre el TTIP. He tenido discusiones públicas con ATAC, Greenpeace”.

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Por su parte, la coordinadora de la campaña contra el TTIP de Greenpeace, Susan Cohen, señala a este diario que “por su puesto que dicen que son transparentes y abiertos”. Pero, en la realidad, matiza que en su organización, al igual que en el resto que forman parte de la iniciativa ciudadana STOP TTIP, todavía están esperando respuesta a “las 3,5 millones de firmas que recogimos y presentamos en la Comisión Europea y en el Parlamento Europeo en contra del TTIP y del CETA”. “No hemos recibido ninguna resuesta por e-mail, ni ninguna invitación para hablar, nada. No nos toman en serio”, afirma.

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